El máximo jefe militar marroquí tras el rey, general Fatalah al Uarrak, ha viajado a la región fronteriza con Ceuta con la misión de impedir nuevos asaltos a la valla, según sostiene hoy el portal web le360.ma, de carácter oficialista.
Hasta ahora, ninguna fuente lo ha confirmado de forma oficial ni tampoco han hecho la menor alusión al último asalto de ayer lunes, en el que entraron en Ceuta 350 emigrantes, que se suman a los casi 500 que lo hicieron el pasado viernes.
Sin embargo, las fuerzas desplegadas en esa zona no son militares, sino de la Gendarmería Real y de las Fuerzas Auxiliares (cuerpo armado parapolicial), que no responden al mando de Uarrak, por lo que no queda claro cuál podría ser el plan del general en la zona.
En contraste con el silencio oficial, la prensa marroquí recoge hoy el último salto de ayer a la valla de Ceuta, y lo vincula con el delicado momento que viven las relaciones entre Marruecos y la Unión Europea, que repercuten directamente en la cuestión migratoria.
Concretamente, lo vinculan a las amenazas que el ministro de Agricultura, Aziz Ajanuch, pronunció en una reciente entrevista con Efe: "¿Cómo queréis (los europeos) que hagamos el trabajo de bloquear la emigración africana y hasta la marroquí si hoy Europa no quiere trabajar con nosotros?", se preguntó entonces.
Ajanuch se refería al último fallo del Tribunal de Justicia Europeo, que validaba el acuerdo agrícola entre la UE y Marruecos -denunciado por el Frente Polisario- pero que consideraba que ese acuerdo no se aplicaba al Sáhara Occidental por tratarse de un territorio cuyo estatus internacional sigue pendiente.