Simpatizantes y oenegés solicitan el traslado del indio que sufrió quemaduras en el rostro y las extremidades a una unidad para su recuperación en la península.
Chaman Lal Kishinlal, el indio que sufre quemaduras en varias partes de su cuerpo después de que el viento derribara una vela en el interior de su tienda, continúa ingresado en la segunda planta del Hospital Universitario del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Ingesa.
Las personas que visitan a menudo al paciente temen que pueda perder la movilidad en las manos si no recibe cuidados especializados para este tipo de lesiones, mientras que evoluciona favorablemente de sus heridas en cara y piernas. Lal Kishinlal tiene 39 años, su oficio en la India es carpintero y su domicilio habitual era una tienda en el bosque próxima al pantano del Renegado desde hace meses.
A principios de mes, informaron sus conocidos, comenzó a recibir las curas en el quirófano del nuevo clínico. Sin embargo, criticaron las mismas personas, hasta ese momento era tratado en la propia habitación. Las quemaduras que sufre tanto en las extremidades como en el rostro son de segundo grado y, ante la proximidad de su alta y posible traslado al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, CETI, los miembros de las oenegés que se interesan por su estado estiman oportuno su traslado a una unidad de quemados en la península hasta su recuperación.
En caso de que se procediera a su traslado a un Centro de Internamiento de Extranjeros en la península, CIE, un portavoz del colectivo que apoya a este herido “no está para pasar por un lugar de estas características” ya no por los “defectos físicos” provocados por las llamas que envolvieron su tienda, sino por necesitar sesiones de rehabilitación, especialmente, para sus manos.
Su condición de indocumentado y la falta de una familia que presione al equipo médico para su evacuación a un centro peninsular, según las oenegés, ha impedido que la administración sanitaria en la ciudad autónoma no haya tomado esta decisión.
Simpatizantes y personas que han convivido con él durante su estancia en la ciudad autónoma, esperan su pronta evolución aunque lamentan el daño que padece después de tantos esfuerzos y tiempo invertido en alcanzar el sueño europeo.