El ERIE de Cruz Roja cerró la semana pasada su saldo de atenciones a inmigrantes con una de las cifras más bajas.
Solo una decena recibió atención médica básica en las hasta ocho salidas que tuvo que llevar a cabo la entidad humanitaria. Curiosamente todos ellos fueron atendidos después de que las fuerzas de seguridad se los encontraran en la calle o fueran los propios inmigrantes los que terminaron acudiendo a las sedes operativas de las fuerzas de seguridad. Con un mar blindado y con un refuerzo en la vigilancia ejercida sobre el espigón de Benzú, los inmigrantes intentan su entrada ocultos en las 'pateras a cuatro ruedas', los vehículos que son preparados al detalle para garantizar el pase de los sin papeles ocultos en dobles fondos.
Todos los inmigrantes llegados dijeron ser de Guinea Conakry y entre ellos se encuentran varias mujeres y un menor, que ya han sido acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, CETI.