La nueva Ordenanza Reguladora del Ruido, Vibraciones y Contaminación Térmica pasará de nuevo por el Pleno de la Asamblea previsiblemente este mes para su aprobación definitiva, después de un año y cuatro meses de tramitación.
Ha sido un proceso largo, tal y como ha reconocido el consejero del área, Gregorio García Castañeda, “porque se ha buscado obtener el mayor consenso posible” en un documento “que nos hace mucha falta”, ha reconocido. Cuestiones de índole administrativa y el cambio de adscripción de la consejería han ido postergando la aprobación de esta nueva normativa que regula, entre otros, los niveles de ruido permitidos desde el ámbito doméstico hasta en la ejecución de obra pública y que fija también el límite de decibelios diferenciadas por zonas (y que ocilan entre los 50 y los 60 decibelios) en función de la actividad que se desarrolle en ellas. Destaca García Castañeda que se trata de una ordenanza “adaptada a los nuevos tiempos” y que da respuesta a un problema “que se ha convertido en una preocupación y un clamor entre los ciudadanos”, como es el ruido. Por eso la ordenanza incluye la estructuración de un mapa de ruido, que ha sido elaborado a instancias de la Consejería de Sanidad y Consumo, y por el que que se divide la ciudad en áreas acústicas y unos valores límite en cuanto a decibelios fijado en tres índices que corresponden al día, la tarde y la noche. También se implantarán Zonas Acústicas Saturadas, con la intención de corregir el nivel de decibelios y se someterá a las áreas a unos controles más asiduos. La ordenanza establecerá unos criterios de edificación y de actividades económicas y dejará una serie de criterios para el ciudadano a modo de recomendaciones sin obligatoriedad, como no hacer fiestas en el hogar o evitar trasladar muebles durante la madrugada. La ordenanza ya pasó por el Pleno en octubre de 2011, entonces solo el Grupo Popular le dio su visto bueno. Desde entonces ha llovido mucho. “Personalmente estoy muy satisfecho con el trabajo que se ha realizado en las comisiones informativas”, añade el consejero. La mayor parte de las alegaciones presentadas por el PSOE se han aceptado. Caballas, por su parte, formuló una enmienda a la totalidad de la ordenanza, “que aunque se ha presentado fuera de plazo nos ha servido para trabajar, si bien casi todo venía ya recogido en nuestro articulado”, destaca. Difundir su contenido Una vez que cuente con el beneplácito definitivo de la Asamblea, la Consejería de Medio Ambiente tiene previsto editar folletos informativos del contenido de la nueva normativa y para que sean distribuidos en comercios, empresas, colegios y también asociaciones de vecinos, entre otros colectivos. “Para nosotros es muy importante que los ciudadanos conozcan sus preceptos fundamentales y establecerá algunas recomendaciones”, subraya el consejero.
En estudio las alegaciones de hosteleros y ASCORCE a la ordenanza de terrazas
La aprobación de la nueva ordenanza del ruido estará muy vinculada a otra normativa, como es la ordenanza reguladora de terrazas y veladores, que también pasará por Pleno en breve. Durante su entrevista en el programa la Voz del Faro de COPE Ceuta la subdirectora general de Fomento, Carolina Pérez, dio cuenta de como va la tramitación de esta normativa, muy esperada por los empresarios del sector de la hotelería, pero también por la Asociación contra el Ruido de Ceuta (ASCORCE), colectivos ambos que han presentado alegaciones “que entraron fuera de plazo”, indica Pérez, y que, para evitar malas interpretaciones, les ha dado curso y se están analizando. “Queremos ser sensibles con los empresarios de la hostelería y ayudarles en todo lo que esté en nuestra mano, pero también tenemos que ser conscientes de que tenemos una sentencia que nos limita y nos condiciona muchísimo”, admite. Por eso para Carolina Pérez, la nueva normativa sobre ruidos será ante todo un instrumento y una herramienta útil para el trabajo que se desarrolla en el área de Fomento.
Pero será difícil contentarlos a todos. Precisamente la aprobación de la ordenanza de ruido condicionará en el futuro el otorgamiento o denegación a los hosteleros de la instalación de terrazas, “que no se podrán autorizar si se encuentra en una zona acústica saturada”, explica el presidente de Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera.
El consejero de Medio Ambiente, Gregorio García Castañeda también destaca que la normativaserá menos “relajada” que la anterior, que data de 1993, en lo que se refiere a la potestad sancionadora. “Será prioritario que el ruido no sea una molestia social”, matiza.