Las distintas opciones presentadas por el arquitecto Luciano Alcalá estarán ahora pendientes de la realización de un estudio patológico que ha sido pedido por el arquitecto municipal Javier Arnáiz
Durante varios años, tras el sonoro fracaso del traslado del Mercado Central a la Manzana del Revellín, el equipo de Gobierno había tenido un camino a seguir para el futuro de esta infraestructura. Se había decidido que se llevaría a la antigua Plaza Vieja y el edificio actual se tiraría para recuperar el Foso Seco de la Almina. Por este motivo, incluso, se había entrado en contacto con la sociedad estatal Mercasa para que redactara un proyecto tanto arquitectónico como comercial de ese futuro mercado central. Durante varios años se había venido trabajando en este camino, con visitas incluidas de los técnicos de Mercasa que contactaron tanto con los propios adjudicatarios, con los políticos y con los técnicos de la Ciudad Autónoma.
Sin embargo, la sorpresa salta cuando los responsables de la redacción del Plan General de Ordenación Urbana mantienen que resulta totalmente imposible el traslado del Mercado Central a la zona de la Plaza Vieja. A partir de ahí, por tanto, todo el trabajo de la empresa estatal Mercasa se viene abajo de todas. Una empresa con la que se ha contado en varias ocasiones y al final cualquier intento que ha realizado por adecuar las estructuras de los abastos a la modernidad ha resultado un fracaso. De momento, si continuan con el anteproyecto de la redacción del mercado que irá en la Barriada de San José, pero cuyo solar también necesita de un importante complejo burocrático para que algún día se pueda construir allí.
La salida que se encuentra y que fue justificada por parte del equipo de Gobierno fue el encargo al arquitecto urbanista Luciano Alcalá Velasco de la redacción de un anteproyecto que debía presentar en un tiempo prudencial al equipo de gobierno. Hubo polémica por la fórmula utilizada, pero se entendía que Alcalá era un perfecto conocedor de las distintas circunstancias que rodean al mercado y también sus aledaños.
Luciano Alcalá cumplió con su obligación, pero lo cierto es que el Gobierno de Vivas no ha querido en ningún momento hacer públicas las distintas posibilidades que ha presentado en su estudio.
Posibilidades Según ha podido conocer esta redacción, una de esas posibilidades era totalmente inasumible para la Ciudad por el alto coste que conllevaba y que además tenía un problema añadido como era la necesidad de trasladar a los adjudicatarios de los puestos, mientras duraran las obras, a un lugar provisional del que ahora mismo se carece.
Quizás, de las distintas opciones, la que más defendía el equipo de Gobierno era la reforma integral del edificio sin necesidad de que los adjudicatarios salieran de las instalaciones porque era compatible hacer las obras de reforma y continuar con el Mercado abierto.
Con todo ello, resulta que se ha producido un nuevo escollo en el camino. El arquitecto municipal y también director de los estudios de adecuación del Plan General de Ordenación Urbana, Javier Arnaiz, ha manifestado la necesidad de realizar un estudio patológico del edificio del mercado. Como reconocía recientemente el mismo consejero de Fomento, Néstor García, en una comparecencia tras un Consejo de Gobierno, de los resultados que se obtengan se conocerá si el mercado puede ser reformado o sus pilares no lo aguantarían y la única solución es la demolición.
Por lo tanto, ahora mismo cualquier solución está en el aire hasta que no haya un resultado definitivo del estudio patológico y que no sea una sorpresa para todos.
LAS CLAVES Traslado Mercasa prepara el proyecto para Plaza Vieja
Tras el fracaso de llevarse el Mercado Central a la Manzana del Revellín, lo cierto es que durante muchos años la Plaza Vieja el lugar indicado para la nueva edificación. Incluso se contacta con la empresa Mercasa para que redactar un proyecto tanto arquitectónico como comercial. Después de más de dos años el estudio estaba prácticamente acabado.
PGOU Se pone en solfa el traslado a la Plaza Vieja
Durante los trabajos del Plan General de Ordenación Urbana se observa la imposibilidad del traslado a la Plaza Vieja y así se le hace ver al equipo de Gobierno que ve su gozo en un pozo.
Encargo Un estudio al arquitecto Luciano Alcalá
El equipo de gobierno le hace un encargo al arquitecto urbanista Luciano Alcalá sobre las distintas posibilidades que ofrecería el Mercado Central. Este profesional entregó en tiempo y hora su encargo y algunas de esas posibilidades han sido desechadas por la Ciudad por ser muy caras y además la idea es la reforma con los adjudicatarios dentro. Sin embargo, el encargo de un estudio patológico del edificio paraliza de momento cualquier acción.