El Fiscal pidió ayer la absolución de un hombre acusado de malos tratos al entender que en la declaración de la denunciante existieron contradicciones y extremos que no son compatibles con la denuncia presentada en su día. Por su parte, la letrada de la acusación particular solicitó para el acusado seis meses de prisión y la prohibición de acercarse a menos de 200 metros a la denunciante por el mismo periodo, además de una indemnización de 30.000 euros. Las dos versiones ofrecidas ayer por acusado y denunciante eran muy distintas entre sí, si bien quedó claro que ambos se conocen desde hace unos 20 años.
Según el acusado, él sólo intentó “ayudarla” al ver que estaba durmiendo en un vehículo, por lo que le dijo que fuera a vivir a su casa. Además, añadió que le ayudó a conseguir una paga del Imserso. Según esta versión, estuvieron en dos ocasiones viviendo juntos, pero no mantenían relación de pareja, ya que él mantiene una relación con otra persona que trabaja en la península. Incluso afirmó que existe un contrato de alquiler firmado por la denunciante.
El acusado asegura que la segunda etapa en la que vivieron juntos debido al comportamiento de la denunciante -aseguró que tiene una alteración de conducta de carácter adaptativo- le pidió que se fuera de casa y ella lo hizo sin discusión alguna, y que se enteró que tenía una denuncia cuando se lo comunicaron desde el Juzgado en septiembre de 2010. Además, negó que la insultara, algo que ella sí aseguró en su denuncia.
Por su parte, la denunciante aseguró que eran novios y que en dos ocasiones él le agredió: una con un bate de béisbol y otra con un paraguas. Además, durante su declaración dijo que no padecía una alteración de conducta de carácter adaptativo, sólo ansiedad. En el juicio no quedó claro cómo ocurrió la agresión. En una ocasión dijo que había sido porque unos niños fueron a defenderla y como él no pudo con ellos, lo “pagó” con ella; y en otra aseguró que todo se originó en el interior de la vivienda. Añadió que a conseguir la paga le ayudó su hermano, que trabajaba en el Imserso.
Una testigo dijo que había compartido piso con la denunciante y que la convivencia con ella era “bastante dura”. También aseguró que ambos nunca fueron pareja y que el denunciado mantiene desde hace tiempo una relación con otra mujer. Además, dijo que también convivió con el acusado y que no tuvo problema alguno con él. También manifestó que la denunciante quería 30.000 euros.
En las conclusiones, la letrada de la acusación particular dijo que el hecho de que exista un contrato de alquiler no quiere decir que no existiera una relación entre ambos y que la denunciante sufrió lesiones; mientras que la defensa dijo que la denunciante ofreció “dos o tres versiones distintas” y que según dijo la testigo, había dicho que quería cinco millones de pesetas (30.000 euros).