Lo ocurrido ayer entre FAMPA y PSOE no es más que un ejemplo de los problemas que se producen en una ciudad en la que se estila demasiado eso de aglutinar cargos. Aquí lo mismo puedes tener un concejal que a su vez es cabeza visible de un sindicato como puedes tener un alto cargo político que aparece como figura destacada de cualquier asociación. Qué sucede con todo esto... que al final las confusiones asoman y las ideologías políticas se terminan entremezclando con representaciones que deberían ser objetivas.
Así que ayer tarde nos merendamos con todo un espectáculo a las puertas de la FAMPA entre PSOE y Federación. Los primeros defienden una postura, los segundos otra (léanse la página 15 en la que Lasida les detalla lo ocurrido) para al final tener una merienda de negros en la que los representantes de eso que se llama educación no quedan muy bien parados. Reproches políticos, acusaciones más o menos veladas puramente partidistas, malos entendidos o demasiado buenos... el hecho es que el amago de encuentro terminó como el Rosario de la Aurora. Casi, casi que recordaba a la mítica reunión de la Protectora, tras la cual una ya no sabía si los ‘animales’ estaban fuera o dentro. Tras el desplante de ayer cabría preguntarse qué se ha ganado con este esperpento más allá de provocar una risa mediática y cierto bochorno generalizado. En educación seguimos suspendiendo, pero también, desgraciadamente, en actitudes de quienes supuestamente están allí para ayudarnos a superar todos los males.