Defensa mantiene parado el traslado del museo militar pese a que enviara los objetos más afectados por la humedad al núcleo de La Marina.
Si bien Defensa impulsó hasta hace ahora tres años la idea de cambiar de sede el Museo Histórico Militar de ‘El Desnarigado’, llegando a trasladar incluso al núcleo de La Marina aquellos materiales más vulnerables por la humedad que afecta al inmueble, lugar en el que continúan “bien protegidos”, confirman las fuentes castrenses del Museo consultadas, a día de hoy el proyecto está frenado, sin que haya por tanto órdenes al respecto.
Mientras tanto, a la espera de que el traslado pueda ser una realidad antes o después, para lo cual se precisa dotar la operación de una evidente partida económica, causa principal de que no se haya llevado a efecto, los efectivos militares que se encargan del Museo, y que lo custodian a diario con mimo, realizan labores de conservación propias en aras de protegerlo de la humedad que siempre afecta y golpea la zona de ‘El Desnarigado’, máxime en invierno. Los ejercicios de conservación, entre otros, consisten en dar una capa de pintura al suelo, arreglar las paredes y el techo de cada una de las tres salas del Museo, recuperar puertas, lijar barandillas de hierro o tratamiento para objetos de cuero con grasa de caballo.
Desde primera hora, los efectivos se afanan cada mañana por recuperar y adecentar los materiales ajados con el paso del tiempo y, sobre todo, por las inclemencias propias del clima, como ha quedado señalado. Por este motivo, los responsables del Centro de Historia y Cultura Militar de la Comandancia General de Ceuta, dieron luz verde en épocas pasadas para que el interior de ‘El Desnarigado’ experimentara un cambio de disposición de los artículos, de ahí que, una vez concluyó la rehabilitación, los objetos de mayor valor se situaron en la parte norte del castillo, que a lo largo del año sufre menos la humedad que la parte sur.
“No obstante”, explican las fuentes militares, “hay materiales, especialmente las telas, que son más vulnerables, razón por la cual están más protegidas en La Marina, quedando aquí otros, de cristal, madera o cerámicas, que pueden seguir sin perder brillo con tratamientos específicos de barnices o aceites”.
Así, entre los fondos del museo cabe destacar un cañón de hierro colado procedente del hundimiento de un barco de la escuadra francesa, así como otro de bronce de manufactura árabe, profusamente decorado y fechado en 1635. La Infantería y la Caballería están representadas en su colección, acogiendo diversos elementos procedentes del Regimiento Montesa nº 3. También cuenta con material diverso de Ingenieros y Transmisiones, destacando un heliógrafo utilizado para comunicarse a distancia aprovechando la luz solar procedente de una antigua Torre Merinida del siglo XIV. Conserva también una culebrina portuguesa con el nombre de ‘Trueno’, fundida en Hamburgo en 1553. Formaba parte del armamento del ejército lusitano del rey Sebastián de Portugal, derrotado por los musulmanes en la Guerra de los Tres Reyes, que fue recuperado tres siglos más tarde por los españoles en la batalla de Tetuán en 1860. Otros fondos constituyen recuerdos de la historia militar de Ceuta, tales como una copia del pergamino de la Medalla del Mérito Naval con carácter colectivo otorgada por el rey Alfonso XIII a ésta por su brillante actuación en el desembarco de Alhucemas; o el banderín que llevó el rey de España Juan Carlos I cuando, siendo Príncipe, visitó la provincia del Sáhara en 1975.
Por último, cabe señalar que pese a que las fuentes determinan otro problema que afecta a ‘El Desnarigado’, “el hecho de que no está en la ciudad y para ir hay que desplazarse a conciencia y hasta una punta de Ceuta”, el Museo mantuvo el pasado año su media de visitas de los últimos años, a excepción de 2014, “donde sí se registró menor afluencia”, de modo que en el año que acaba de finalizar un total de 2.300 personas acudieron hasta estas míticas dependencias militares de la ciudad: “Además de visitas escolares, llama la atención el amor de los británicos por la cultura militar, de ahí que muchos de estos turistas vengan a lo largo del año”.
Visita que, de momento, podrán seguir cursando pese al tiempo y la lejanía, y también pese al medio traslado que ya se ha ido realizando del Museo, hasta nueva orden de mudanza, improbable a corto plazo.