El delegado visitó cada rincón del CETI, probó la comida del almuerzo y las torrijas que preparaban algunos de los inmigrantes en un taller de cocina. Defendió la utilidad y la filosofía de atención que dispensa el centro como lugar de primera acogida para inmigrantes que llegan “huyendo de la miseria y de la guerra, dejando atrás a sus seres queridos, a su tierra y eso hay que tenerlo en cuenta siempre”, matizó.
Por este motivo Francisco Antonio González afirmó que el CETI es un ejemplo “que hay mostrar”, en alusión a los programas y actividades que se desarrollan en colaboración con organizaciones no gubernamentales. “Se está trabajando muy bien y espero que sea así durante muchos años, porque se les ayuda (a los inmigrantes) a superar ese lastre social y humano que arrastran”. El delegado animó al personal del centro a seguir atendiendo al colectivo como hasta ahora, “demostrando que somo solidarios con que han dejado atrás a sus seres queridos, a sus familias y a su tierra y que lo están pasando muy mal”, matizó.
A fecha de ayer había 418 acogidos en el centro, una cifra “asumible y dentro del rango de trabajo”, dijo el delegado, ya que está cien plazas por debajo de su ocupación máxima, que es de 512, quien recordó que el trabajo de Marruecos en la frontera está contribuyendo a que no se repitan los intentos masivos de entrada de meses atrás.
“Me gustaría que esta instalación estuviera mucho más vacía, porque eso signifcaría que viviríamos en un mundo mejor, en el que la gente no tendría que huir de sus países de origen”. Pero como ese ‘mundo perfecto’ es irreal, el delegado animó a mejorar la formación y sus expectativas de vida de los inmigrantes, en un lugar transitorio como es el CETI, en muchos casos, previo a un retorno no deseado a sus países de origen “y que lleguen con una formación mejor y puedan reorganizar su vida y dentro de las dificultades que hay en esos países”, subrayó. “He visto como están integrados, como están en informática, cómo hacen manualidades, cómo se entretienen, como aprenden idiomas”, añadió.
Apuntes
Ciudad humanitaria: El mayor centro de migraciones
El CETI pertenece a la Administración General del Estado (Ministerio de Empleo y Seguridad Social). Es el mayor centro migraciones de España con 512 plazas de capacidad instalada y es uno de los 56 centros de la red de la Unión Europea (ENARO) de recepción y acogida de solicitantes de asilo y protección internacional, situado en plena fachada sur de la UE y unos de los cinco extracontinentales de la Unión, junto con el de Melilla, Sicilia, Lampedusa y Malta. Además, el de Melilla y el de Ceuta forman parte de la red mundial de centros situados en fronteras de la globalización, junto con el Transborder Institution de San Diego, El Paso y Douglas en Estados Unidos. Está adscrito al ACNUR, por lo que el CETI es, sin duda, un factor de internacionalización positivo para Ceuta contribuyendo a transmitir la imagen de ciudad humanitaria en un mundo globalizado.
“Intenso” esfuerzo marroquí para frenar la inmigración
El delegado del Gobierno aprovechó su paso por el CETI para reconocer y agradecer el esfuerzo que las autoridades marroquíes están realizando en el ámbito migratorio. Francisco Antonio González se congratuló de que el país vecino se esté esforzando en frenar la inmigración ilegal. "Hay que reconocer que Marruecos está colaborando de forma intensa y esas entradas ya no se producen, aunque hay que tocar madera", explicó para destacar que España ya no es el país que era hace unos años, a consecuencia de la crisis económica, "porque nuestro país también tiene sus limitaciones", matizó.
"Eso influye en todos los servicios, porque en los ajustes presupuestarios no va a haber excepción en ningún departamento”, quiso destacar el delegado, que expuso como excepción, al menos de momento, “a aquellos que estén en el ámbito de lo social".
El Ceti en cifras
Superficie: El centro ocupa una hectárea y medio de terreno (15.000 metros cuadrados). Funciona desde el año 2000 y fue ampliado hace varios años para aumentar a 512 su capacidad de acogida, si bien ha llegado a tener ocupaciones máximas próximas a las 800 personas.
Inmigrantes transferidos a península en 2011: 1.250
Entradas de inmigrantes en 2011: 1.348
Personal: 109 trabajadores, distribuidos de la siguiente manera: 14 empleados públicos; 30 a través de los convenios del Ministerio de Empleo y Seguridad Social con organizaciones no gubernamentales y otras 65 personas en empresas de servicios (seguridad, cocinas, limpieza, mantenimiento):
Programas: Seis (sanitario, social, jurídico, psicológico, de formación, actividades físicas y culturales)