La Asamblea tiene que decidir si reabre el debate sobre la elección de fecha para festejar el Día de la Autonomía. Un tema sobre el que no se consigue un consenso a pesar de que voces lo suficientemente autorizadas ya han emitido informes sobre este asunto. Los últimos debates plenarios no han conseguido terminar con acuerdos que satisfagan a todas las partes, peor aún se han saldado con enfrentamientos que no llevan a logro alguno.
Ceuta tiene que tener su día basado en la unidad de todos sin que se termine festejando el recuerdo a una fecha que cause malestar o enojo entre un amplio sector de la población. El IEC considera hasta once fechas posibles alternativas al actual 2 de septiembre, sustentadas en un anclaje histórico de calado para constituirse en una festividad regional. El abanico comprende desde febrero hasta diciembre, cada una con una explicación convincente como para alcanzar un punto común que termine en la elección de una jornada con la que realmente se identifique toda la población.
Debate al margen será el hecho de que se consiga que toda la ciudadanía esté implicada en los festejos del día de su tierra y este no se convierta en un festivo más del que huir de Ceuta o enlazar con un puente. Esa batalla la hemos perdido desde que los festejos se concentraron en un mero acto político alejado de la realidad social y del conocimiento de su sentido en la población.