La drástica reducción de la partida presupuestaria dirigida a la campaña de la vacuna antirrábica ha obligado a la Consejeríade Sanidad a apretarse los sesos a la hora de cuadrar las cuentas.
Lo manifestó ayer el propio consejero, Hakim Abdeselam, que destacó que, “sin dejar de ser una prioridad, la campaña antirrábica pasará de estar financiada por las arcas municipales a ceder a los usuarios de las mascotas parte de la carga de los gastos”. Más información en la edición impresa de El Faro.