Un paso más para lograr dos nuevas ventajas fiscales para nuestra ciudad. Ya informamos en su momento que se había conseguido incluir en el proyecto de ley de medidas de apoyo al emprendedor dos iniciativas. Por un lado volver al antiguo tope máximo de exención para no pagar IPSI a la llegada a nuestra ciudad con mercancías que no superen los noventa euros y no de algo más de cuatrocientos como la medida que entró en vigor en enero de este año.
Y por otro, la eliminación de cierta parte de la fiscalizad para las empresas dedicadas a los juegos de azar para tener el mismo trato en sus homólogas peninsulares.
Pues bien, este proyecto de ley ya ha terminado su tramitación parlamentaria en el Congreso y se ha logrado que permanecieran estas dos acciones que figuran en las disposiciones adicionales sexta y séptima. Ahora, deberá pasar por el Senado, pero se espera una tramitación rápida, ya que nada más que hay una enmienda. Como mucho se confía en que entren en vigor a lo largo del próximo mes de septiembre.
En el caso de la rebaja de la entrada de mercancía hasta noventa euros para no pagar IPSI se debe indicar que hasta el año pasado estaba vigente una legislación de 1996 que establecía el tope a cobrar a los viajeros en Aduana en las antiguas pesetas.
Así, el importe máximo a partir del cual los pasajeros pagaban IPSI se establecía en 15.000 pesetas (90 euros). Este año, con el cambio de normativa que pone la barrera en 430 euros, los melillenses tienen un margen mucho mayor para importar mercancías.
Eso quería decir que si un viajero hace una compra en la península y se la trae a Ceuta, en la Aduana del puerto ceutí rellena un documento y si lo que ha comprado tiene un valor inferior a 430 euros, le restituyen el IVA y no paga IPSI. En caso contrario, le devuelven el IVA y tiene que pagar el IPSI atendiendo al tipo impositivo que tenga el producto importado.
Ello provocó como es lógico una protesta por parte de los empresarios, porque se entendía que podía incentivar las compras en la Península y no en nuestra ciudad, aparte de la lógica pérdida de recaudación de IPSI por parte de la Ciudad Autónoma.
Fiscalidad
Y en cuanto a la fiscalidad para los juegos de azar era una reivindicación histórica por parte de los empresarios de este sector, los cuales se sentían discriminados en relación con los peninsulares.
Ahora con este mejor trato fiscal se busca por un lado el afianzamiento de los trabajadores que ya están en los bingos y en el casino de nuestra ciudad, pero, por otro lado, se abre la puerta a la instalación de locales de apuesta, al igual que existen en el resto de España y que por lo visto estaban esperando al cambio de la legislación para decidirse de una manera definitiva. Al menos, así se lo habían hecho saber a nuestros responsables políticos.