De todos es sabido el problema que tiene nuestro Presidente del Gobierno Sr. Rodríguez Zapatero con las banderas. Siendo Secretario General del PSOE ya tuvo la feliz idea o digamos la gracia de posar con el monarca de Marruecos junto a un gran mapa donde aparecía, muy destacado por cierto, el futuro gran reino alauita que llegaba poco menos que hasta Los Pirineos y donde quedaban incluidas por supuesto las Islas Canarias, Ceuta y Melilla. Me hubiese gustado saber en que pensaba nuestro Presidente en ese momento y el significado de la sonrisa que esbozaba en ese instante.
En el reciente encuentro que tuvieron en Nueva York, en la Sede de las Naciones Unidas, el monarca del país hermano bien se ocupó de que apareciese una bandera marroquí encima de la mesa como dejando bien claro que eres tú quien vienes a verme. ¿Es que el Sr. Moratinos (o Desatinos, como es llamado por algunos) no tenía a mano o en el bolsillo una banderita española, si española, para plantarla también encima de la dichosa mesa? La verdad, por mucho que me esfuerzo, no alcanzo a comprender a nuestros políticos.
Otro acierto importante que tuvo durante el desfile de las Fuerzas Armadas de hace varios años fue la descortesía que mostró al permanecer sentado al paso de la bandera de los EE.UU. Hay que reconocer que nuestro Presidente tiene “un arte” especial para hacer amigos.
Deseo recordar que entre sus preferidos se encuentran Fidel Castro, Hugo Chaves, Evo Morales, Daniel Ortega, etc. En fin, todo lo mejorcito de la política actual.
Y por último, el detalle tan especial que ha tenido al no estar presente en el recibimiento dedicado al Papa que, con independencia de venir como Ministro de la Iglesia, lo hacía como Jefe de Estado. Se puede ser laico pero nunca descortés de forma intencionada. Si la visita a nuestras Fuerzas Armadas destinadas en Afganistán estaba prevista en su Agenda, la podía haber aplazado porque según manifestó, dichas fuerzas permanecen y seguirán permaneciendo allí durante bastante tiempo.