El centro, una mirada a la historia

En esta extensa zona se esconden numerosos vestigos del pasado, desde edificios emblemáticos, hasta lugares desconocidos para muchos.

Desde el Paseo de las Palmeras hasta Alfau, aledaños incluidos y Marina Española. Es la extensa zona que aglutina la Asociación de Vecinos del Centro, la más amplia de la ciudad y que esconde numerosos rincones que respiran historia por los cuatro costados. Es el caso del Edificio de los Dragones, uno de los más emblemáticos y fotografiados. Pero hace décadas, en el segundo piso se ubicaba el colegio de La Inmaculada, mientras la zona inferior la ocupaba el monte de Piedad y Caja de Ahorros de Ceuta. Actualmente, no está habitado por particulares, sino por oficinas, consultas médicas o clínicas de analíticas.
Muy cerca de esta zona, todavía habrá ceutíes que recuerden la conocida como ‘barandilla de San Francisco’. “Aquí nos reuníamos los niños de las Monjas y San Agustín y en facebook hay una página con ese nombre que tiene muchos seguidores. Detrás teníamos el bar Nido y era totalmente diferente a como está ahora la Plaza de los Reyes”, explica la presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro, Blanca Vallejo.
El pasaje Mina era, antiguamente, un área de casas bajas que ahora se ha convertido en una zona para algunos emprendedores, entre ellos la Autoescuela África, uno de los últimos negocios en incorporarse a esta calle. “Donde ahora está el bingo, antes estaba la terraza de un cine de verano. Es una pena que hayan desaparecido porque tenían mucho éxito en los meses estivales”, apunta Vallejo.
Quizá muchos ciudadanos desconocen sitios tan curiosos como el edificio más estrecho de la ciudad, ubicado en la calle González de la Vega y cuya anchura no superará los tres metros.
Por otra parte, algunos comercios han mantenido el nombre de edificios antiguos como en el caso de la cafetería Terminus, en la calle Pedro de Meneses, donde en los años 50 se ubicaba un hotel del mismo nombre.
Pero si hay una calle conocida por todos los ceutíes esa es, sin lugar a dudas, Agustina de Aragón, donde residió la heroína de la Guerra de la Independencia. Precisamente, en la zona de casas bajas donde vivió, ahora se levanta un edificio de tres fachadas, cuyas paredes podrían relatar cientos de historias. “También se conoce como la casa grande y se edificó con los rompeolas del puerto. En la época de la guerra mucha gente se resguardaba de las bombas porque las paredes son muy anchas. El techo es el original y las losetas son de la Cartuja”, asevera Vallejo.
Son edificios con historia pero, sin lugar a duda, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad es la Plaza de los Reyes que, hace unos años, fue objeto de una reforma, necesaria para la posterior construcción de un aparcamiento subterráneo. La Ciudad buscó, además, que la actuación rememorara el antiguo Hospital Real existente en la plaza hace décadas.
Las estatuas de los reyes San Fernando y San Hermenegildo, que dan nombre a la plaza, estaban colocadas en el pórtico de entrada al centro hospitalario. Tras la demolición de la portada, se ubicaron en dos peanas en el exterior y no fue, hasta años después, coincidiendo con esta reforma, cuando ambas esculturas fueron recuperadas. “Al hacer la reforma se intentó recrear esa puerta principal del hospital y volverlos a colocar en las hornacinas donde estaban. De hecho, el arco está instalado justo donde estaba la puerta de entrada del hospital”, explica el arquitecto y redactor el proyecto, Ángel Moreno.
Aunque el arco presenta un corte clásico, “no es tan antiguo”, ya que su construcción se remonta al año 2006. Es por ello que, para determinar la antigüedad del mismo, Moreno ideó una curiosidad que muchos ciudadanos y turistas desconocen. “Sobre la piedra se talló una moneda de un euro que está oculta en una parte del arco y así se puede fechar la época en que fue construido”, apunta.
La Ciudad quiso recuperar la imagen de la Plaza de los  Reyes y, para ello, también mandó instalar una fuente a semejanza de la existente hace años, sólo que se ubicó en la zona más cercana a la Delegación del Gobierno, en vez de en el centro, tal y como se encontraba décadas atrás.

Los vecinos

Galindo: amor cofrade hasta en el trabajo

Muchos comercios han superado el paso del tiempo y, a día de hoy, siguen estando presentes en el quehacer de la ciudad. Ejemplo de ello es la ‘Peluquería Galindo’, fundada en 1950 y que regenta Fernando Galindo, quien ha vivido  el negocio familiar desde que era un niño. “Llevo 60 años aquí porque tenía 8 cuando venía, prácticamente toda la vida”.
La forma de trabajo, asegura, ha cambiado bastante. “Se ha perdido el afeitado y las maquinillas manuales. Ahora el trabajo es más agradable”.
Quien entra en esta peluquería por primera vez no puede dejar de asombrarse por la decoración de la misma. Como buen cofrade que reconoce ser, el local está ambientado con todo tipo de reliquias de Semana Santa. “Tengo mi rincón cofrade y como paso más tiempo aquí que en la calle por eso está así. Mucha gente se extraña porque parece un santuario, pero en muchos locales de Andalucía están igual y hay bares en los que ni siquiera se ve la pared”.

Bar Real Madrid: un homenaje a los ‘merengues’

Los aficionados al equipo merengue  tienen el homenaje a su equipo con el ‘Bar Real Madrid’. Aurelio Pecino, más conocido como ‘Chiqui’ por todos, dirige este histórico establecimiento en el mundo de la hostelería. Sus orígenes proceden de ‘Casa Aurelio’, el bar que su padre regentó entre los años 50 y hasta 1977, fecha en que la segunda generación de hosteleros optó por bautizar al nuevo local con el nombre del equipo blanco. “Allí eramos todos madridistas. Lo montamos entre mi socio y yo y para pedir el permiso rápidamente de apertura pusimos Real Bar Madrid”, explica Chiqui.
Pese a la cada vez mayor competencia en el ámbito de la hostelería, Chiqui sigue manteniéndose gracias a las enseñanzas de su padre. “Me enseñó a hacer el café. Yo aprendo los gustos del cliente y sé cómo prefiere el desayuno. Con el café de Ceuta de toda la vida, los productos de Benaoján y una atención agradable, ya está todo hecho”.

Ultramarinos Fidel: 60 años al pie del cañón

En la calle González de la Vega, se ubica uno de los establecimientos con más antigüedad del centro: ‘Ultramarinos Fidel’, que comenzó hace décadas con diferentes negocios. Sus inicios fueron como una sastrería, para continuar con el emblemático bar ‘Bravo’, antes de su traslado a la calle Velarde y pasar definitivamente al padre del actual propietario, Fidel Velasco, en el año 1955. “A mi no me gustaba estudiar y a los 14 años dejé el colegio. Aunque mi padre no quería, cuando cumplí 16 vine a trabajar con él”, explica.
Casi 60 años han pasado ya desde esa decisión y Fidel sigue al frente de este pequeño establecimiento cuyo secreto para continuar al pie del cañón lo tiene claro: “Hay que ser comerciante y luchar. Poner calidad, buen precio y tener amabilidad y educación. Ahora ya depende de que  el público responda”, asegura.

Actividades

Desde su fundación en 1977, la AAVV se ha caracterizado por su activa participación en todas las tradiciones de la ciudad.
Este año, sin embargo, no podrán intervenir en ningún acto del Carnaval, debido a la organización del homenaje al desaparecido ex consejero Carlos García Bernardo, cuya recaudación (cuatro toneladas) se ha donado al Banco de alimentos.
Sí están inmersos ya en la organización de los dos pasos de Semana Santa: el Cristo de la Infancia y la Virgen de la Inocencia, portados por niños y en el que pueden participar alumnos de todos los centros escolares de la ciudad. Su salida será el 17 de marzo y este año la novedad es la creación de una cuadrilla femenina. “Los niños más altos que ya no pueden ir de costaleros irán de hermanos mayores delante con varas doradas”, añade Vallejo.
La asociación también cuenta con dos coros: ‘Ya güele a Navidad’ y ‘Bolero rumbero’ con los que realizan visitas a las residencias de mayores, tanto en Navidad como en las cruces de mayo, aunque también suelen efectuar alguna actuación extraordinaria durante el resto del año.
Otra de las actividades consiste en la campaña de recogida de libros, una vez finaliza el curso escolar en junio. “Este año se han recogido alrededor de 3.000 libros para familias necesitadas. Es la octava campaña y está dando muy buenos resultados”.
La participación en la ofrenda de flores a la Virgen de África es otro de los actos habituales, aunque hace unos años la asociación no acude con la FPAV, dadas sus discrepancias a la hora de determinar el sitio de salida: Murallas Reales o Plaza de los Reyes. Es este segundo lugar desde el que Vallejo insiste en salir “porque siempre se ha hecho así tradicionalmente”. Por ello, este año hace un llamamiento al resto de barriadas para iniciar el recorrido desde la Plaza de los Reyes.

Quejas y demandas

Más seguridad policial o conservación del patrimonio histórico, entre las demandas de la presidenta del Centro

El tema de la seguridad sigue siendo una de las principales demandas de los vecinos del centro, una demanda generalizada entre todas las barriadas ceutíes. “La gente sigue reclamando más presencia de agentes a pie en la calle, como siempre han ido”, apunta Vallejo.
Si bien este problema era también habitual en la plaza Nelson Mandela, por las continuas peleas que allí surgían, esta cuestión ya se ha solventado gracias a la presencia de un vehículo de la Policía Local en la zona. El tema de los niños jugando al fútbol o los perros también se ha solucionado ya, aunque para la presidenta del centro, la denominada como ‘plaza blanca’, es “muy fea, no tiene luz y no se le da uso, porque aquí la gente sólo viene cuando va a comprar una entrada para el teatro”.
Los niños en bicicleta que “se lanzan a toda velocidad por las calles de la Marina”, es otra de las quejas de Vallejo. “Pueden llevarse a alguien por delante y aunque la Policía ha retirado algunas bicicletas, los niños saben que los fines de semana hay menos vigilancia y siguen haciendo esto”. Dicha vigilancia debería extenderse, a su juicio, a la Plaza de los Reyes, tanto viernes como sábados, una petición a la que se suma la colocación de toldos en los meses estivales. “Es una zona con mucho sol y en verano los niños no pueden venir a jugar hasta la tarde. Esto debería ser como la calle Larios de Málaga, donde colocan toldos para que entre aire, pero también haya sombra”.
Finalmente, la conservación del patrimonio local es otra de las peticiones que Vallejo lanza a la Ciudad. Edificios como el de Agustina de Aragón o la Casa de los Dragones han sobrevivido al paso del tiempo gracias a la conservación a la que han sido sometidos. Pero no todos han corrido la misma suerte y muchos han finalizado sus días convertidos en escombros. Vallejo hace un llamamiento para que Ceuta pueda presumir de disponer de una zona antigua. “Hay edificios muy bonitos que, en vez de cerrarlos, tendrían que remodelarlos para usarlos como museo o viviendas. Es una pena que nos estemos deshaciendo de tantas cosas, porque Ceuta está preciosa, pero también habría que conservar su parte antigua”.