El campus, casi listo para su uso

Entre 90 y 160 personas trabajan a destajo en estos momentos para finalizar las obras del futuro campus universitario, incluyendo los fines de semana. El objetivo es finalizar la remodelación integral del acuartelamiento del Teniente Ruiz en las próximas semanas y dejar listo el futuro complejo universitario

para su uso a partir del próximo curso. “Estamos rematando, acabando los últimos detalles”, explica el encargado de la obra, Juan Antonio Valle. Los operarios repasan cada aula, cada despacho y cada habitación buscando aquellos pequeños desperfectos que apenas pasan desapercibidos, “pintando, puliendo y limpiando”, matiza.
El objetivo es que la rehabilitación,  que no reforma, aclara el responsable de la Gerencia de Urbanismo (GIUCE), Juan Manuel Doncel, esté finalizada antes de marzo, una rehabilitación de la que el equipo técnico de la GIUCE está muy satisfecho, sobre todo porque ha sido una obra tremendamente compleja desde su inicio. “Podríamos decir que lo más difícil que se nos planteó fue el momento de comenzar con los trabajos de los forjados, un proceso muy delicado de las actuaciones de demolición pues debíamos de tener en cuenta que hubo que dejar paredes exentas y luego volver a reconstruir los forjados,  que ha sido algo novedoso para este tipo de edificios”, añade Doncel. Esta opinión es compartida por Juan Antonio Valle, quien recuerda que de la estructura original del cuartel solo quedaron los muros del perímetro exterior y el interior. Como vestigio del pasado ha  quedado expuesto en el patio un pendolón, una pieza de madera original que remataba una de las cubiertas, pero  también las 80 columnas de zinc que rematan los arcos del patio principal y que han sido restauradas en Málaga.
Han sido 18 meses sin parar. Los trabajos comenzaron oficialmente en junio de 2011, a cargo de la Unión Temporal de Empresas creada ex profeso por las constructoras ACC, Dragados y Corsán Isolux. Los operarios se encontraron un edificio, que en lineas generales se encontraba en buen estado  a pesar de sus 300 años. “Estaba muy bien construido, con unos cimientos muy sólidos, aunque bastante degradado”, recuerda el jefe de obra. El acuartelamiento fue desalojado en mayo de 1998 y desde entonces solo se había utilizado para algunos talleres de empleo y poco más. “Había estado a merced de los vándalos, con habitaciones llenas de basura, hogueras, semiderruidas...”, recuerda Valle. Todo eso es ya historia. Ahora el cuartel de la Reina es un espacio amplio, diáfano, con aulas espaciosas, despachos, laboratorios y salas de estudio a las que solo falta dotar de mobiliario. “Está instalada hasta la fibra óptica”, matiza.
Y es que el complejo está dotado de la última tecnología en comunicaciones, pero también de los revestimientos que se están utilizando en estos momentos en la construcción. El suelo, por ejemplo, está realizado en varias capas de una resina que lo hace sumamente resistente, no en vano se estiman que transiten a diario por estas instalaciones, una vez que funcione a pleno rendimiento, unas 3.000 personas, entre estudiantes y docentes.   
Es un único proyecto dividido en dos actuaciones diferentes, por una parte, la rehabilitación integral del cuartel del 54, prácticamente terminada, y la construcción de un edificio anexo, en el que se instalarán parte de los servicios comunes, comedor, salas de estudio, dos salones de actos y dos plantas de aparcamientos con 242 plazas. Es aquí donde más esfuerzo se está realizando en las últimas semanas y lo que ha retrasado la entrega efectiva del complejo a la Ciudad. Ha sido también el edificio que más cambios de uso ha sufrido con la evolución de la obra. La Universidad de Granada ha introducido diferentes peticiones de adaptación. Por ejemplo, ha desaparecido el gimnasio previsto en la planta superior de este edificio anexo, y para el equipamiento deportivo se preve ahora un acuerdo de uso compartido entre la Federación de Fútbol y la Ciudad para utilizar el campo ‘Martínez Pirri’.  
La Ciudad ha previsto que el traslado de las dependencias actuales hasta su nueva ubicación se realice casi de inmediato, una vez que concluyan los trabajos y para lo que se han creado varias comisiones que supervisarán su realización.  
Según el proyecto, el total de superficie del ‘Teniente Ruiz’ es de 15.833 metros cuadrados, de los que 57% serán ocupados por las dependencias de la Universidad de Granada en Ceuta, esto implica que fundamentalmente la Facultad de Educación y Humanidades, en las que se imparten las especialidades de Magisterio además de las titulaciones en Informática, Psicopedagogía y Administración de Empresas, se ubicará en las dos plantas inferiores. También trasladarán sus dependencias el Instituto de Idiomas y la UNED, que ocuparán la segunda planta, mientras que en la última se situará una residencia con 42 habitaciones y unos 1.000 metros cuadrados, para estudiantes y profesores. En total, una actuación de 23.000 metros cuadrados que con el que este antiguo cuartel inaugurado en 1871 entrará en el siglo XXI.