El Museo de Ceuta acoge desde las 20:00 horas y hasta el 28 de julio Aire, exposición de la artista María Esperanza Almoguera, todo un homenaje al medio ambiente El Museo de Ceuta acoge desde las 20:00 horas hasta el último fin de semana de julio Aire, exposición que trae a nuestra ciudad la artista María Esperanza Almoguera, quien cuenta las claves de la misma.
–De nuevo en Ceuta, María Esperanza.
–Así es. Es un placer regresar a Ceuta, un lugar que tiene un paisaje muy hermoso, tanto que en la primera exposición que presenté aquí reflejé a través de los cuadros, paisajes de la ciudad con vistas al mar, o a los montes. El entorno es precioso.
–Ahora presenta Aire, una muestra que combina fotografía y pintura.
–Trabajo en la pintura varias técnicas, de modo que hay acuarelas o tintas serigráficas, todo sobre papel, método que me permite hacer transparencias y cosas más etéreas de lo que se puede conseguir con un óleo, por ejemplo. Tengo predilección por los colores claros, que las cosas no sean pesadas, de hecho la exposición está montada pensando en que se pueda disfrutar bien cada obra, que no haya desorden ni muchas cosas juntas. Sobre las fotos, tengo que decir que están tomadas frente a mi casa, así que lo que van a ver los asistentes a la muestra, es lo que yo veo cuando me asomo. Es decir, gaviotas, puestas de sol, árboles. Donde yo vivo, por ahora, no hay tornados, no hay grandes eventos atmosféricos, de modo que las brisas suelen hacer dibujos en el mar y el clima colores en las nubes.
–Precioso. ¿Vive en Málaga tal vez?
–Exacto. Málaga frente al mar.
–Pregunta obligada, ¿fotos naturales o retocadas?
–Todas naturales. Ni Photoshop ni nada de nada, las fotos están tal cual las he hecho. Espero el momento, y en cuestión de décimas de segundo, consigo lo que quiero. Una décima después ya no hubiera sido igual, ahí está el mérito.
–¿Se puede a través del arte reivindicar la naturaleza?
–Yo lo hago. De hecho, en esta exposición he querido colocar una instalación con forma circular, con arena, un cuenco simulando que tiene agua y unos plásticos alrededor que simbolizan la imposibilidad de los pájaros en acceder a su medio natural o incluso su muerte antes de llegar. Es una reivindicación fina pero desde luego que firme.
–¿Percibe que el medio ambiente está cada vez más dañado?
–No hace falta hacer fotos para observar el deterioro del paisaje, yo incluso lo noto más en Málaga porque es un lugar en el que estuve antes de irme a Valencia y ahora regresé y he notado al volver que no hay tantos árboles, que ya no pasan los delfines de septiembre que se trasladaban en sentido inverso a la costa, que hay menos pájaros porque hay personas que los tirotean, y menos palomas también ya que mueren envenenadas. Con lo cual va quedando poca naturaleza y mucho cemento.