El área de libre comercio Euro-mediterránea

Durante la pasada semana se han celebrado en la Universidad de Alcalá las Jornadas sobre competitividad en el área de libre comercio euro-mediterránea. Las mismas han sido organizadas por la Cátedra Jean Monnet de dicha universidad, por el Instituto Universitario de Análisis Económico y Social, y por la Comisión Europea, contando con el patrocinio del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio español, la Casa Árabe y la Representación en España de la Comisión Europea.
Los temas allí abordados han sido diversos. Agricultura, competitividad del sector industrial, colaboración industrial norte-sur en el Mediterráneo, problemas de agua, de comercio. La calidad de las ponencias ha sido alta. Y el marco en el que se han desarrollado, incomparable. La bella ciudad de Alcalá de Henares, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1998, lugar de nacimiento de Don Miguel de Cervantes, cuna de la Universidad que el Cardenal Cisneros construyó en 1499, lugar de edificios militares, hoy reconvertidos en Facultades, ha acogido a todos los que allí hemos acudido.
El área euro-mediterránea involucra un buen número de países. Los 27 socios de la Unión y todos los países pertenecientes a la cuenca mediterránea, esto es, los citados anteriormente más otros candidatos a la integración en la UE. Se trata, por lo tanto, de un amplísimo espectro de naciones (43, nada menos) bajo el nexo de la llamada Unión por el Mediterráneo, iniciativa heredera y continuadora de los compromisos adoptados en el precedente Proceso de Barcelona.
Lo que hemos defendido el grupo de la Universidad de Granada en Ceuta, es que en el marco del espacio Euro mediterráneo, el área del Estrecho juega un papel estratégico en los planos político y económico, en un momento vital en el que está cimentándose una zona de libre cambio transcontinental UE-Marruecos. Por ello, el cariz que revistan los flujos comerciales bidireccionales y los efectos que éstos generen sobre la estructura socioeconómica ceutí impulsarán una suerte de decisiones llamadas a reconfigurar el escenario actual.
Dicha área se asienta en lo fundamental sobre tres polos geográficos: la propia UE, sobre todo el sector que delimita su frontera más suroccidental, el reino de Marruecos y la Ciudad Autónoma de Ceuta. Punto estratégico que ampara un intenso movimiento de mercancías y de pasajeros, configurando una de las rutas marítimas más transitadas del mundo. Su importancia marítima radica en sus cinco grandes puertos y algunos puertos menores, en una población que supera el millón y medio de habitantes, concentrada en los grandes núcleos urbanos de Tánger y Tetuán con más de 500.000 habitantes, Algeciras, con más de 100.000 y Ceuta, Arcila, La Línea, Fnideq, Mdiq, Martil y Gibraltar con más de 300.000 habitantes, formando así una gran metrópoli.
En esta situación, la importancia de Ceuta y las repercusiones que sobre sus habitantes van a tener dichos acontecimientos, sobre todo el desarme arancelario de Marruecos, son vitales. Del modelo que nosotros hemos expuesto, que en parte coincide con lo que ya se ha difundido con anterioridad, se deduce claramente que dicho desarme comienza a hacer mella en nuestra economía. Aunque también, el imparable y positivo crecimiento económico de Marruecos está generando beneficios económicos a nuestra ciudad, por el momento. De esta forma, aunque somos una ciudad española y europea, por mor del destino, estamos quedando configurados como una ciudad cuya economía va a depender, en los próximos años, del desarrollo económico de un país emergente como es Marruecos. Es decir, somos europeos, pero nuestro desarrollo aparece ligado al crecimiento económico de un país con un diferencial de renta de más de 8 puntos con el nuestro, y con importantes reformas democráticas pendientes de realizar.
El mensaje que hemos lanzado, para los que lo hayan querido entender, es que en Ceuta vivimos y trabajamos ochenta mil españoles, que queremos seguir siéndolo, pero que necesitamos un especial apoyo para desarrollar nuestra economía sin vivir eternamente de la subvención pública. Y si esto no se hace de forma urgente, el elevado paro juvenil, el desequilibrio de la pirámide de población y el fracaso escolar, se encargarán, poco a poco, de que seamos un semillero de delincuencia, integrismo y desilusión. Esta parte del análisis que les hicimos de nuestra realidad, que justificaba nuestro dramático llamamiento para que no nos dejaran solos, es el que sorprendió a muchos de los presentes (representantes europeos incluidos).
Han tomado nota. Por lo pronto, bajo una artística fotografía del Foso Real de Ceuta, que se mostraba en una gran pantalla en el acto de clausura del acto, nos prometieron estudiar la posibilidad de que las próximas jornadas de competitividad euro-mediterránea se celebrasen en Ceuta. Esperemos que esto contribuya a que no nos sigan dejando solos, como han hecho hasta el momento. Quizás por oscuros intereses diplomáticos, pero también por la torpeza de nuestros gobernantes. Aunque las encuestas y los elogios de pretendidos ilustres e instruidos, los sitúen como los mejores de todos los tiempos.