Una enfermedad mental puede permanecer oculta durante años, pero lo que es seguro es que más de 70% de las patologías comienzan en la infancia y la adolescencia. A esa edad se producen los primeros síntomas, pero la enfermedad no se detecta hasta años después. Y esa es una de las trabas con las que se encuentran profesionales, pacientes y familias. Por eso, además de los avances en medicina, es muy importante que los padres estén atentos y den la voz de alarma si observan algún comportamiento extraño en sus hijos. Desde ACEFEP insisten en la atención de los padres para poder ponerse en manos de especialistas cuanto antes y tratar un problema que insisten en abordar con normalidad y alejarlo de los estigmas sociales que le rodean. Un desarrollo lento, o un descenso, de forma repentina, en el rendimiento escolar son la primera voz de alarma de un problema de autismo, hiperactividad o trastorno afectivo.