Lo que sucedió hace unas semanas en el crematorio de Santa Catalina fue, desde luego, una situación que aunque salió a la luz pública no era la primera vez que ocurría.
Nada más que hace ver como se han tenido que enterrar a personas que deseaban ser incineradas por dificultades en un servicio público cuya prestación ha dejado de desear mucho en más de una ocasión. Ahora, después conocerse por parte del Gobierno el informe completo de la empresa concesionaria del mantenimiento de los dos hornos del crematorio se ha decidido la apertura un expediente informativo.
No sabemos si al final este expediente derivará, a lo mejor, en uno sancionador, pero lo que se debe hacer, de todas todas, es poner pies en pared y que los hornos están a punto porque los servicios públicos y éste es uno de ellos han de prestarse con calidad, no olvidemos que es una de las máxima del presidente Vivas en todo lo que concierne de atención al ciudadano.
Porque no solamente de alumbrado, limpieza y otros por el estilo vive el hombre. Que al menos se pueda cumplir una última voluntad