“Quince años tiene mi amor. / Quince años tiene mi amor./ Le gusta tanto bailar el rock./ Es una chiquilla tan divina y colosal…./ Tiene una mirada que nadie puede aguantar./ Esa chica no tiene igual,/ y cuando baila es sensacional./ Si le doy mi mano ella la acariciara,/ si le doy un beso ya sabré lo que es soñar./ Un ángel es mi amor;/ sus cabellos rubios son./ Bonita y caprichosa,/ la carita color de rosa,/ pero cuando más me gusta es bailando el rock. /Quince años tiene mi amor…”
Quince años tiene mi amor, canta el Dúo Dinámico en el «picú» de la Kika de 45 r.p.m. Y después suena: Oh, Mari Carmen dijeron todos…Y luego se escucha: Perdóname… Y más tarde: Como Ayer… Y tras una pausa, todo el universo se llena con los acordes de, ¡Oh, Carol!, loco estoy por ti… Y la mañana se agita en pentagramas musicales soñando la hora perfecta. Quietud, anhelos. tránsito… el alma de las cosas al alcance, casi de un suspiro, de un ademán, de una mirada… Y canción a canción, como un rosario interminable de melodías, la Kika, apenas terminado de girar el pequeño microsurco, lo guarda con mimo en su funda, saca otro del álbum, y lo coloca con extrema suavidad bajo la mágica aguja, que, de nuevo, en su recorrido por los surcos de vinilo, hace oír una nueva canción de Manolo y Ramón.
Las muchachas escuchaban al Dúo Dinámico, y se deshojaban con sus melodías… Pero, ¿quién no escuchaba, entonces, aunque fuera a hurtadillas al Dúo Dinámico? ¿Quién, al salir de casa, camino del colegio, de la tienda, o del taller, no entonaba cualquier estrofa conocida de estos cantantes de moda? Nadie podía sustraerse a ello, y su cancionero rebotaba de casa en casa, de calle en calle, como un eco que apenas acabado, ya comenzaba de nuevo a oírse…
Angelín, hermano de la Kika, y José Luis, un amigo de ellos, estaban deslumbrados por la vida y milagros de estos músicos; escuchaban sus canciones con tal deleite, que al rato los demás participábamos también de su estado de felicidad. Yo los he acompañado en unas navidades a adquirir, en Comercial Africana, la última novedad, con el nerviosismo y la alegría del que ha encontrado un tesoro largamente buscado. Nunca he visto en unos ojos, tanta inocencia y tanto regocijo, como en los de estos muchachos al contemplar la carátula del disco de sus ídolos.
Angelín y José Luis, estaban poseídos de una sensibilidad especial y, a modo de un remedo del famoso Dúo, cantaban sus temas cuando la ocasión se propiciaba. Bien en el cuarto de la Kika junto al picú; o bien en la azotea, ellos ensayaban y desgranaban una a una las mejores canciones de los Dinámicos. Yo, más pequeño y sin sus cualidades, me moría por ser como ellos, tanto, que un día, cuando nos pedían salir de la azotea para empezar sus ensayos; me escondí detrás de una chimenea y cuando comenzó su repertorio, corrí de tras de la puerta y ensimismado, escuche sus voces, como el mejor de los conciertos que jamás haya escuchado… Sí, tras la puerta, yo oí el mejor: Quisiera ser, que jamás pude volver a escuchar:
Quisiera ser… tu gran amor
Quisiera ser el eco de tu voz
para poder estar cerca de ti.
Quisiera ser tu alegre corazón
para saber qué sientes tú por mí.
Quisiera ser un águila real
para poder volar cerca del sol
y conseguirte las estrellas y la luna
y ponerlas a tus pies, con mi amor.
Quisiera ser un pobre ruiseñor
para poder cantar cerca de ti.
Quisiera ser la más bella canción
para poder hacerte muy feliz.
Quisiera ser la aurora boreal
y darte así un mundo de color,
y conseguirte las estrellas.
Y conseguirte las estrellas…
Cada vez que escucho al Dúo Dinámico, no puedo dejar de recordaros y aquel tiempo primero dónde nuestras vidas, aún, estaban por hacer… La distancia teje su hilo de olvido y va guardando en su desván nuestro pretérito, pero quizás, en alguna ocasión la añoranza os haya alcanzado, y sin poderlo evitar habéis pronunciado como en un susurro:
Cuando el mundo pierda toda magia
Cuando mi enemigo sea yo
Cuando me apuñale la nostalgia
Y no reconozca ni mi voz
Cuando me amenace la locura
Cuando en mi moneda salga cruz
Cuando el diablo pase la factura
O si alguna vez me faltas tu.
Resistiré, erguido frente a todo
Me volveré de hierro para
endurecer la piel
Y aunque los vientos de la vida
soplen fuerte
soy como el junco que se dobla
pero siempre sigue en pié.
Resistiré, para seguir viviendo
Soportaré los golpes y
jamás me rendiré
Y aunque los sueños se
me rompan en pedazos
Resistiré, Resistiré...
Cuando pierda todas las partidas
Cuando duerma con la soledad
Cuando se me cierren las salidas
Y la noche no me deje en paz.
Cuando sienta miedo del silencio
Cuando cueste mantenerse en pié
Cuando se rebelen los recuerdos
Y me pongan contra la pared.
Resistiré, erguido frente a todo
Me volveré de hierro
para endurecer la piel
Y aunque los vientos
de la vida soplen fuerte
Soy como el junco que se dobla
pero siempre sigue en pié.
Resistiré para seguir viviendo
Soportaré los golpes
y jamás me rendiré
Y aunque los sueños se
me rompan en pedazos
Resistiré, Resistiré...