Los vecinos que residen en las viviendas próximas al centro de salud del
Tarajal, en Ceuta, se han topado de la noche a la mañana con una serie de problemas a los que nadie da solución y por los que nadie se preocupa. Sí, los partidos políticos hacen ya rondas de
campaña electoral oficiosa por las barriadas prometiendo atender las demandas, pero de las viviendas ubicadas justo frente a este
centro de salud se han olvidado. La apertura de
esta infraestructura sanitaria, para cuya inauguración se contó con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha generado daños colaterales que sufren quienes viven en las casas de esta parte
del Príncipe Felipe.
Así, se topan con
coches y motos aparcadas incluso en la misma puerta de sus casas lo que les ha llegado a impedir la salida. Han hecho continuos requerimientos al 112 pero no son atendidos. Quienes aparcan allí son personas que acuden al centro de salud y que han tomado este lugar como otro aparcamiento llegando a impedir en muchos casos la movilidad de los vecinos. No pueden siquiera tender en las viviendas más bajas porque son arrastradas por los propios vehículos. “Aparcan donde quieren, incluso en las puertas de las casas”, lamentan.
Las mascarillas que emplean los usuarios del centro terminan encontrando su particular papelera en esta calle. Y no es algo anecdótico, un vecino ha llegado a recoger más de 80 arrojadas al suelo en el entorno donde residen los afectados, todos ellos familias con niños pequeños o jóvenes. Un incivismo claro que repercute directamente en las familias que viven aquí. Temen que los niños pequeños jueguen con ellas, las toquen o manipulen. Ahí no termina la cosa. La alarma del centro sanitario salta de noche, hay días en las que ha sonado las 24 horas. Si llaman para quejarse les indican que tienen que llamar a la central de Otero. Los residentes en la zona llevan aguantando esta situación sin encontrar soluciones a los problemas que plantean.