Hasta 40 ciudadanos marroquíes están atrapados en Algeciras sin posibilidad de volver a su país debido al cierre de fronteras ocasionado por la
expansión del coronavirus, que ha provocado entre otras cosas que el paso del Tarajal, entre Ceuta
y Marruecos, esté bloqueado desde el pasado jueves. La madrugada de este viernes, si nadie lo remedia, estos ciudadanos la pasarán a la intemperie. Fuera de los ‘Quédate en casa’ que se recomienda por parte de Sanidad, porque no tienen dónde ir. Hasta este jueves, los gerentes de un hotel cercano decidieron de manera altruista acoger a estas personas, entre las que hay los considerados grupos de riesgo de la población: mayores de 70 años.
En el otro extremo, también se pueden ver familias. Todos piden en primer lugar tener un techo en el que cobijarse al menos hasta que puedan encontrar una solución para volver a Marruecos. Y es que este mismo jueves explican que fueron desalojados a la fuerza por agentes de la Policía Nacional. Denuncian que el consulado marroquí en Algeciras les pide un visado que ellos no tienen, porque son residentes en España en su mayoría. Cuando les reprochan este motivo, aseguran que desde el consulado les añaden: “Pues no hubieras abandonado tu país”.
Por lo pronto, desde el hotel han querido solidarizarse con estas personas y les han llevado alimentos para que puedan cenar. Sumada a esta situación en la plaza enfrente del consulado, está la de hasta al menos dos ceutíes que han intentado llegar a nuestra ciudad pero se han encontrado con la negativa a la hora de intentar embarcar en el Puerto de Algeciras. Si bien es cierto que uno de ellos ya ha solicitado a la Delegación del Gobierno su autorización para volver, afirma que no lo hará ya que proviene de uno de los principales focos de coronavirus, Madrid.
En su caso, ha tenido la suerte de disponer de un alojamiento de un familiar en la propia ciudad. “Prefiero pasar la cuarentena aquí”, zanja. Según añade este ceutí, hay más vecinos de Ceuta estancados en Algeciras, sin que este periódico haya podido confirmar ese extremo.
El pasado 14 de marzo, una escena similar se vivió en el consulado marroquí de Algeciras, donde los ciudadanos por aquel entonces mostraron su rabia por la negativa de Marruecos a dejar entrar a sus ciudadanos. El resultado: gritos, insultos y empujones.