No tuvieron Navidades. Tampoco Nochevieja. No pensaban siquiera en ello. Su único objetivo era esclarecer el crimen del pequeño Mohamed, ese crimen que conmocionó a toda Ceuta y cuya resolución se puso en manos de la UDEV-Personas de la Jefatura Superior de Policía.
Hoy se ha condecorado a 2 de los 7 miembros de esa unidad. Así ha sido físicamente pero en el corazón de todos los integrantes del grupo esas dos medallas valen como siete.
Quizá oficialmente este miércoles se haya perdido el mejor de los momentos para honrar como se debía a los 7 agentes que se entregaron en cuerpo y alma para hacer justicia por Mohamed, un niño de solo 8 años que fue considerado como el hijo, como el hermano, como el ser querido de todos y cada uno de estos policías.
Ellos, que fueron los artífices de la Operación Loma, lloraron y se conmovieron como toda Ceuta ante la salvajada de este crimen. Pero hicieron algo más, un trabajo al detalle para conseguir llegar hasta Cristian B.P., detenerlo y ponerle contra las cuerdas presentando una suerte de evidencias ante las que no podía negar ni que estuvo en el descampado donde fue hallado el cuerpo sin vida de Mohamed ni que durante días y días guardó silencio sin prestar colaboración con la Policía y la Justicia.
Para este grupo nada será igual después de ‘la Loma’. Aquello marcó un antes y un después en lo profesional y en lo personal. Aquel crimen generó un hondo pesar entre todos los ceutíes y supuso el enigma que estos integrantes de la UDEV-Personas tenían que resolver analizando cámaras, comparando fotogramas, revisando teléfonos, consultando con agentes experimentados y descartando a sospechosos que nada tenían que ver con este asunto protegiéndose además de esa presión social y mediática que en ocasiones podía hasta enturbiar el buen desarrollo de las investigaciones.
Fueron fuertes, estuvieron unidos y se compenetraron en el que sin duda ha sido uno de los crímenes más duros registrados en Ceuta.
“La familia de Mohamed no encuentra palabras de agradecimiento hacia la UDEV su tesón constante, implicación, profesionalidad, lealtad y compromiso para dar solución al caso de nuestro hijo. Gracias por vuestra incansable profesionalidad”. Estas palabras recogidas en un placa entregada al grupo por la familia de Mohamed tras resolver el asesinato significan hoy mucho para estos profesionales que constituyen una piña, un equipo cohesionado que las navidades de 2022 lo tuvieron claro: tenían que darlo todo por Mohamed. Y así lo hicieron.
Hoy han sido 2 medallas. Pero 2 que, al menos para ellos, valen por 7.
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