Los vecinos del Príncipe no pueden más. Lo ocurrido ayer, cuando no habían dado ni las tres de la tarde, ha sido la gota que colma el vaso. Y con razón. Dos jóvenes de la barriada están ingresados en el Hospital por herida de bala después de haber sido intervenidos quirúrgicamente.
Uno es Mohamed N.S.A., de 23 años, que recibió un disparo en la pierna después de que se topara con al menos dos de los seis pistoleros que, según la Policía, pueden estar detrás de este episodio. Este joven se encontró con los matones en la calle San Daniel, cerca del zoco, y en la escapada fue cuando uno de los múltiples disparos que los pistoleros efectuaban le alcanzó una de las piernas. La bala se le quedó dentro, por eso en la noche de ayer los sanitarios del clínico tuvieron que operarle. Se sentía amenazado y ya había dado a conocer que iban detrás de él por ser familiar del ‘Pincho’.
El otro herido es Abdelasis H.L., de 22 años. Un joven trabajador del CETI que regresaba a su casa después de su jornada laboral y que se topó con los disparos. Él circulaba en su vehículo por la calle San Daniel y está vivo de milagro, a tenor de cómo quedó su coche. Uno de los disparos impactó en pleno cristal delantero, justo a la altura de su cabeza. Que solo le alcanzaran restos de proyectil en el antebrazo ha sido un auténtico milagro, ya que la bala podía perfectamente haberle alcanzado un órgano vital. Los familiares de este joven estaban perplejos por lo ocurrido, lamentándose por no poder vivir en paz y tranquilidad en la barriada. Que uno regrese a casa después del trabajo y termine con un tiro no entra en cabeza de nadie.
Pero ayer pudo haber muchos más heridos. De hecho, se podía haber producido una auténtica tragedia. Y es que en el momento en que los pistoleros actuaron, en torno a las 15.00 horas, la barriada estaba llena de gente, repleta de madres con niños que regresan de las clases y de padres que vienen del trabajo. Según testigos presenciales de los hechos, cuando los pistoleros irrumpieron en la barriada, varias mujeres tuvieron que tirarse al suelo con sus niños, asustadas, mientras otras huían del lugar. El conductor de otro vehículo que circulaba también por la zona y, como en el caso de Abdelasis, ajeno a todo esto, recibió dos impactos de bala, salidas de las alocadas pistolas que portaban los implicados. Un tiro impactó cerca del tanque de combustible. El otro, de lleno, en el cristal delantero, a la altura del copiloto. En ese momento este conductor viajaba solo, de haber ido con un acompañante y a tenor del impacto dejado en el cristal, éste habría resultado herido. Aún sorprendido por lo ocurrido, se mostraba perplejo por la situación vivida.
Los dos heridos se quedaron anoche ingresados en Observación en el Hospital y aunque su pronóstico no es grave, se optó porque, de esta manera, fueran controlados algunas horas por los sanitarios.
La Policía Nacional ha abierto una investigación por los hechos, aunque los mismos siguen siendo algo confusos. Se baraja una tesis que prima sobre las demás. En el suceso habrían participado unas seis personas divididas en dos grupos de tres que habrían subido a la barriada en un vehículo que quedó aparcado cerca de las naves. Algunos matones se quedarían en el coche o vigilando, mientras que el resto subió a la barriada con las armas en su poder y portando elementos como pasamontañas, las propias capuchas de las sudaderas, bragas y alguna que otra peluca de mujer para intentar tapar sus rostros de alguna manera.
Habrían subido a la barriada para matar a una persona, Nordi H.M. conocido como ‘Pincho’. Él mismo explicaba a El Faro que el joven tiroteado en la pierna es su familiar, persona querida y siempre cercana a él. Poco antes del suceso, se encontraba en su vivienda, los dos juntos. El joven salió para visitar a su madre y fue cuando los pistoleros le asaltaron porque le estaban esperando. ‘Pincho’ cree que querían matarle, como han intentado en varias ocasiones de un tiempo a esta parte, pero al toparse con su sobrino actuaron entonces contra él. Se sospecha ya de la autoría material e intelectual del suceso, pero aún no hay detenciones, así que para evitar entorpecer la labor policial se ha solicitado evitar la difusión de los nombres que ya ayer sonaban en el barrio como implicados. El joven herido se topó con los pistoleros pero fue rápido al escapar de ellos entremezclándose entre vehículos aparcados que le servían de parapeto y otros que circulaban en ese momento. En la huida, encontró cobijo en un portón a donde los pistoleros ya no pudieron llegar. Durante la persecución dejaron impactos de bala por las paredes, cerca de la mezquita, en varios coches y en el joven trabajador del CETI que resultó herido de rebote.
Las familias de los heridos esperaban el parte médico para saber la evolución
Si había tensión en la barriada del Príncipe, hasta donde se desplazaron varios efectivos de la UPR intentando averiguar lo ocurrido y recoger casquillos, la misma se trasladaba a las puertas del Hospital. Allí fueron requeridos agentes de la Policía Nacional y de la Local debido a la gran cantidad de familiares y amigos de los heridos que querían saber lo ocurrido. Pedían justicia y lamentaban los hechos. Denunciaban la gran cantidad de armas que hay y pedían seguridad para evitar que un caso así se repita. Y es que fueron duros los momentos en los que los pistoleros, alocados y sin conocimiento en el manejo de las armas, empezaron a disparar por toda la barriada, contra paredes, coches y pudiendo haber alcanzado a niños o ancianos. Los familiares del joven contra el que fueron los matones denunciaban que desde hacía meses se sentía amenazado y recordaban que hace años le dispararon en una pierna pero la Policía le acusó de haberse disparado él mismo. Creen que le han atacado porque van contra su familiar. Fotos: QUINO