Las gestiones realizadas por la Sala para conseguir la testifical del agente de la Policía Nacional que 'captó' la noche del crimen al testigo protegido tuvieron por fin resultado, tras contactarse con el magistrado enlace ante las autoridades francesas, Javier Gómez Bermúdez, y organizarse una videoconferencia desde un despacho de la embajada en París.
El agente del CNP, que ahora está destinado en Cádiz y que a pesar de estar citado en tiempo y forma se marchó a Francia, deberá justificar por qué no ha querido comparecer, incurriendo en un grave riesgo ya que su ausencia podía haber sido incluso motivo para la suspensión del juicio. El magistrado Fernando Tesón se lo dejó claro ayer, advirtiéndole de que si no lo justifica se enfrenta a una multa de 200 a 5.000 euros.
Este agente fue de los primeros en llegar a La Marina y el que precisamente dio con la persona que había presenciado los hechos y que pasaría a ser considerado testigo protegido. Dijo que lo localizó "dentro del puesto de turrones". Lo repitió tantas veces como se le preguntó, lo que contradice la posición en la que el propio marroquí había confesado ver el asesinato: desde el murete. Así también contradice las testificales de los turroneros de Lucena, que nunca dijeron que 'ficharan' a un marroquí.
El policía negó que alguien en Jefatura le dijera al testigo protegido lo que tendría que contar o a quién debía reconocer. "Recabamos datos de varios testigos pero el único que me dijo que podía reconocer al autor fue esta persona", insistió. Persona que, repitió, "estaba de empleado en ese puesto, dentro", aclaró. Ahora el agente en cuestión tendrá que enfrentarse a dar otro tipo de explicaciones: las que le han llevado a desatender su cita, ineludible, con la justicia marchándose al extranjero y complicando aún más su localización.
Por cierto que el jurado pidió ayer el atestado con la declaración que ofreció en la Jefatura el testigo protegido ante las dudas generadas.