El jefe de Medicina Preventiva del
Hospital Universitario de Ceuta, Julián Domínguez, ha pedido a los ceutíes “prudencia” y sosiego en estas dos semanas, que servirían para “confirmar la buena tendencia y la finalización del brote de esta onda epidémica” ante el riesgo de un “rebrote o una quita ola” que podría ser “explosivo”. “Lo que está haciendo la gente en Madrid mañana puede afectarnos a Ceuta, morir gente en Ceuta y enfermar gente de Ceuta. Siempre hay gente que actúa sin previsión, por eso hay que seguir manteniendo las medidas de prevención individuales. Nos da mucho miedo esta situación y la impresión que tenemos es que el rebrote puede ser explosivo y tener una onda explosiva si la salida de la gente es indiscriminada”, apuntaba. En este sentido, el preventivista ha incidido en que la “clave” para no llegar a esa situación es “mantener al menos dos semanas las medidas que Ceuta tiene ahora mismo, que son flexibles y adaptadas a la realidad”, y “cuando bajemos el nivel de alerta”, que ya estamos en el dos, pero “podemos bajar a normalidad en días, a partir de ese momento poder abrir todo, pero con medidas individualizadas”. Así, ha explicado que siempre el “pilar” en el que hay que incidir es en la “responsabilidad individual”. “Si no estamos vacunados, las medidas preventivas e individuales deben ser absolutamente rigurosas y las personas de riesgo también deben seguir eso con rigor. Así, hay que proceder a la desescalada desde ese punto de vista: las personas vacunadas o que han pasado el
COVID, son los que se pueden relajar algo. En la desescalada lo mejor es hacerla en base a las personas vacunadas y con anticuerpos”, ha continuado. En cuanto a los horarios de cierre de la actividad no esencial, Domínguez ha destacado que “han funcionado y la Ciudad lo está haciendo muy bien consultado con los expertos”, por lo que la apertura horario “se podría ir pensándolo sí, pero ir ejecutándolo todavía no”. “Debemos esperar un poco y esperar a que estas cifras se consoliden, que estas dos semanas siga todo así y una vez llegada esa normalidad podríamos tener prácticamente todo abierto. Pero, tenemos que cumplir. Nos quedan dos semanas solamente, vamos a esperar y vamos a confirmar que el brote en esta onda epidémica está extinguido, por lo que apelo a la solidaridad y que no haya botellones, ni cosas similares”, proseguía.
“El Ramadán desde su inicio no ha producido un aumento de casos”
Sobre el
Ramadán, el jefe de Medicina Preventiva ha alabado a la comunidad musulmana ya que “la impresión que da es que en Ramadán se están dando reuniones familiares, pero entre grupos de convivientes, y se están cumpliendo todas las medidas muy bien”. “Está claro que el Ramadán desde su inicio no ha producido aumento de casos y la idea es seguir así. El Ramadán que también se veía que podría ser un factor de riesgo, todo lo contrario, no lo está siendo”. No obstante, Domínguez ha defendido que “no hay que olvidar que esto sigue matando”, aunque “las cifras son excelentes y siguen cayendo en picado”. “En eso hay que estar muy contentos, se están cumpliendo. Las cifras no paran de caer. Vamos a entrar hoy o mañana en riesgo bajo con 50 casos por cien mil. La impresión que da es que el brote está en fase de extinción y que la curva es ya bastante plana. Quiero pensar que pronto estaremos como en junio o julio del año pasado a cero y empiecen a salir los pacientes de hospitalización. Esa sería la ilusión que tenemos en el sistema sanitario”, ha explicado, tras destacar que de más de 20 brotes hemos pasado a dos únicamente.