La Inspección de Trabajo ha requerido a la Ciudad Autónoma a “mantener en todo caso los mínimos de dotación y categorías” fijados en el Protocolo de Intervención de Incendios en Vivienda como norma interna básica aceptada como válida por la propia Administración local, con un mínimo de doce efectivos por turno, “con independencia” de que asume que no es de su competencia “el cómo debe realizar ello (nuevas contrataciones, negociación de tiempos de descanso, pagos de servicios extraordinarios al personal existente...)”. “Sea cual sea la solución que tome, deben cumplirse los mínimos de dotación indicados en todo momento”, zanja el informe evacuado, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso este periódico.
“Resulta evidente y necesario”, reza el documento de referencia, “mantener un servicio de guardia estable, desde la jefatura anterior y apoyada por la actual, se estableció un número mínimo de 12 bomberos de guardia basado en el procedimiento de intervención de incendios en estructuras (esencialmente viviendas)”.
¿Por qué ese número? Por “la necesidad de realizar dos acciones coordinadas y conjuntas, ataque y rescate interior y ataque y rescate exterior”, ya que “cada una de esas acciones la realiza lo que denominamos una dotación compuesta por un mando, un conductor y tres bomberos, siendo necesarios dos dotaciones para responder de manera adecuada, lo que supone un total de 10 bomberos, además de la coordinación que realiza un sargento y un bombero que se queda en la central de comunicación es para atender otras posibles incidencias, lo que supone un total de 12 bomberos”. A mediados de julio la disponibilidad de efectivos se redujo un tercio, pero un intercambio de llamadas entre la delegada del Gobierno, el presidente de la Ciudad y el SEIS ha “garantizado” desde entonces recurriendo cuando es necesario a servicios extraordinarios esa dotación mínima, según las fuentes consultadas por El Faro.
Desde mediados de julio la dotación está garantizada con horas extraordinarias
A juicio de la Inspección “el cumplimiento de este mínimo es algo aceptado por la Ciudad y del cual se tiene conocimiento por los representantes legales y sindicales de tal servicio público”. “La garantía de tal número de efectivos mínimos es una garantía no sólo del servicio público a la ciudadanía”, añade, “sino también de la propia seguridad e integridad física laboral de tales trabajadores públicos, afectando ello lógicamente a los derechos y obligaciones regulados en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales”.
Además, reseña que “por parte de la Jefatura del SEIS se reconocen especiales dificultades para el cumplimiento de tales mínimos de dotación debido a diferentes problemas, algunos derivados de la estructura del servicio público, otros de las peculiaridades de la Ciudad de Ceuta y otros de la situación reciente de demanda de servicios por la epidemia COVID-19”.
En el momento de redacción del protocolo de referencia se estableció que “durante el verano son numerosas las intervenciones de pequeños incendios en el extrarradio de la ciudad debido al aumento de las temperaturas yen las que se actúa con una sola dotación, quedando de retén la segunda para cualquier emergencia en la ciudad”. “Si no se dispusiera de esta segunda dotación completa sería prácticamente imposible atender otra intervención con las debidas garantías de extinción y salvamento, que son nuestras premisas básicas, especialmente en los incendios de vivienda, con un notable perjuicio para la ciudadanía”.
Actualmente el Servicio se compone de cuatro turnos de 18 bomberos y los permisos anuales se estructuran en los tres meses de verano de manera que cada mes un tercio está de vacaciones, lo que supone, en teoría, tener 12 bomberos de guardia, lo mínimo imprescindible.
Enhorabuena al sindicato UGT
Gran trabajo!