Los dispositivos de acogida de emergencia de menores extranjeros no acompañados que la Ciudad Autónoma de Ceuta abrió en abril de 2020
en Piniers para descongestionar el Centro de Realojo Temporal (CRT) de La Esperanza en plena
pandemia de la Covid-19 y posteriormente amplió tras la
crisis migratoria de mayo del año siguiente
quedarán cerrados este martes. Los 18 niños migrantes solos a los que la Fundación SAMU todavía alberga en los equipamientos denominados ‘Aljarafe’ y ‘Triana’ serán trasladados a los bajos de la infraestructura de
San José-Hadú, donde esa misma entidad atiende este lunes a 37. Se quedará, así, con 55, muy lejos del cerca de un centenar que se han llegado a juntar en esas instalaciones. Por su parte, el Servicio de Protección a la Infancia de la Ciudad asiste a otros 80 menores en la primera planta del
CRT La Esperanza, cuyos pisos segundo y tercero continúan inutilizables. En ese estado la capacidad máxima operativa idónea del centro se ha cifrado en 60 chicos.
El Área de Menores se ha reunido este lunes con la Fundación SAMU, que actualmente cuenta con 26 trabajadores destinados en Hadú (a algunos de Piniers ni siquiera se les había informado ayer de la clausura) y se ha comprometido a mantener otra media docena para cerrar el inventario de Piniers, terrenos donde mantendrá las instalaciones que ha utilizado hasta ahora para la acogida de menores por entre 50 y 70 euros por niño y día, en función de su número.
Licitación y nuevo centro
La Ciudad licitó a finales año pasado por 11,1 millones un servicio de atención integral durante hasta cuatro años para cien menores foráneos desamparados, pero el concurso quedó desierto. Ahora se baraja recurrir a un negociado sin publicidad. El proyecto de construcción de un Centro de Menores diseñado específicamente para ese fin, que nunca se ha abordado en Ceuta desde que la Ciudad asumió las competencias, está en fase de redacción. Se levantará en el solar de la antigua prisión
de Los Rosales con un presupuesto de 6,3 millones y 125 plazas de capacidad para ofrecer “una adecuada atención, formación e integración social” a los niños que tutele la administración.