174 años de la fundación de la Guardia Civil. 174 años de sufrimientos, de historias que no deben olvidarse pasando una página, de dramas que han afectado de forma sangrante al Instituto Armado por culpa del terrorismo de ETA. Y, esta mañana, pocas semanas después de que la banda terrorista anunciara oficialmente su disolución, el coronel José Luis Gómez Salinero no quiso olvidar el daño hecho, en el que puede ser su último discurso como mando máximo de la Benemérita en Ceuta si asciende a general.
En una casa cuartel que se cae a pedazos sin que fructifiquen los compromisos políticos de años atrás de dotar a la Guardia Civil de infraestructuras dignas, Gómez Salinero aludió a las pinceladas históricas de un Cuerpo con 174 años a sus espaldas, que ha sabido adaptarse a las nuevas reclamaciones de seguridad que hay en el país. “La Guardia Civil ha quedado consolidada como patrimonio común de todos los españoles, pues es percibida por la ciudadanía como un recurso público efectivo y fiable”, reseñó, mientras dibujaba en una extensa alocución los pasajes históricos de mayor peso en la historia del Cuerpo que “siempre ha permanecido apartado de presiones institucionales”.
Pero el núcleo de su intervención fue la dura lucha que la Benemérita ha soportado durante más de 50 años por parte de la banda terrorista ETA. “Es posible afirmar que el ciclo histórico de ETA, como así define la propia organización su trayectoria y que, junto a su función, da por concluido en su comunicado de disolución, siguió un proceso paralelo e íntimamente ligado a la propia evolución de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en su lucha contra el complejo entramado terrorista”, expuso el coronel, en un discurso marcado por un sorprendente y detallado conocimiento de todo lo hecho por los terroristas en estos años sembrando el terror desde que un 7 de junio de 1968 asesinara en Villabona (Guipúzcoa) al guardia civil José Pardines Arcay.
“Los comienzos de la actividad terrorista fueron para la Guardia Civil unos años muy difíciles, con una intensa actividad por parte de una ETA nutrida por numerosos comandos reintegrados a la lucha armada tras la amnistía de sus presos en 1977, con el apoyo de una gran parte de la población vasca y con la plena disponibilidad de una sólida retaguardia a salvo de la acción policial en su santuario del sur de Francia. Con anterioridad a la entrada en vigor de la Constitución en 1978, ETA ya llevaba consumados 75 asesinatos en los 20 años de su existencia. Tan sólo en 1978, fueron asesinadas 72 personas, 81 en 1979 y 99 en 1980; gran parte de ellas fueron guardias civiles, siendo la Comandancia de Guipúzcoa la más castigada, con más de cien asesinados a lo largo de la existencia de ETA. Fueron años de silencio, de olvido, de cobardía y de desatención a las víctimas, tardando la sociedad mucho tiempo en reaccionar”, denunció Gómez Salinero, poniendo sentimiento en lo que ha sido un auténtico drama para la Benemérita y lo sigue siendo en la memoria de sus descendientes.
De los llamados “años de plomo”, época de ambiente hostil, de presión contra la Benemérita, de asesinatos... hasta la actualidad mucho ha llovido. Muchos años en los que el Instituto Armado tuvo, “en un ambiente hostil” que ir “adquiriendo experiencia, evolucionando al compás de atentados y de enterrar en soledad y con resignación a sus muertos, transformando sus Unidades, mejorando sus procedimientos de investigación y adquiriendo nuevos medios técnicos; en definitiva, paulatinamente se fue dotando al Cuerpo de una eficaz y sólida organización capaz de hacer frente a la ETA potente y crecida de sus comienzos; poniendo a prueba, una vez más, su ya histórica capacidad de adaptación a las adversidades”, expuso.
En el recuerdo
Detrás de las palabras del coronel hay mucho de recuerdo a quienes han integrado los Servicios de Información de la Guardia Civil, a los agentes que han trabajado en soledad para atacar las infraestructuras de los grupos de terroristas. Ellos han sido sin duda auténticos especialistas en desmembrar no solo a la cúpula de etarras sino a todos los que colaboraban, desde distintos ámbitos, con ella.
“Fue una cuestión de supervivencia, de mero instinto de conservación. ETA había orientado su actividad, de forma preferente, hacia las patrullas del Cuerpo, pero viendo que no conseguía todos sus objetivos, y en un alarde de bajeza moral y de crueldad, amplió los atentados atacando a una de las instalaciones más representativas de la Institución, como son sus casas cuarteles, sabiendo que golpeaba al conjunto de familias que comparten los mismos sacrificios, disciplina y avatares del servicio que los propios guardias civiles que las encabezan, sin importarles acabar con la vida de niños si con ello conseguían sacudir los cimientos del Instituto”, expuso, sin olvidar los atentados sufridos por las familias y la dedicación “abnegada, sobrepasando con creces las exigencias profesionales” de los agentes hasta por ir por delante de los asesinos para frenar sus atentados.
“Los innumerables operativos policiales no hacían sino poner de manifiesto que la Guardia Civil había recuperado la iniciativa, anticipándose reiteradamente a los movimientos de la organización, siendo la que llevaba el peso de la lucha contra ETA, la que lograba frenar sus acciones en territorio español y la que una y otra vez hacía tambalearse su retaguardia, en otros tiempos segura, en Francia. Las autocríticas, que a modo de lecciones aprendidas y por orden de la dirección de la organización acostumbraban a hacer los comandos tras su detención, ponían de manifiesto la obsesión que tenían hacia la Guardia Civil, y sorprendidos e incrédulos por su eficacia policial debatían sobre los errores que habían propiciado su caída, a pesar de las medidas de seguridad”, expuso Gómez Salinero.
La "verdad histórica" de ETA
Lo peor de la historia es que se cuente mal. Lo más grave de las actuales informaciones es que se publiciten sesgadas. Por eso la disolución de ETA debe ser difundida sin olvidar cómo se le ha vencido, cómo ha sido el trabajo de las fuerzas de seguridad y cómo terminó siendo derrotada en todos sus ámbitos. “La verdad histórica que debe prevalecer es que ETA ha sido derrotada en los ámbitos operativo, político, judicial y social por la eficacia del Estado de Derecho, sin alcanzar cualquiera de los objetivos políticos que se había propuesto, por lo que no está en disposición de exigir nada a la sociedad; y todo ello gracias al consenso democrático de los actores políticos que hicieron posible resistir los ataques terroristas, a la firme determinación de los diferentes Gobiernos de España, a la acción de los Tribunales de Justicia nacionales e internacionales, a la cooperación internacional en todos los ámbitos, especialmente a la francesa, al aislamiento a que fue sometida por la generalidad de la sociedad española y, finalmente, gracias a la firmeza y eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en su lucha contra la organización terrorista”.
“No permitamos”, advirtió el coronel, “que ETA cimente e imponga su falso relato intentando justificar crímenes y ensalzando su papel en este final; un final no precisamente voluntario ni unilateral, sino porque la fortaleza del Estado de Derecho no le ha dejado otra opción. Además, ETA se marcha sin mostrar un sincero arrepentimiento por todas las víctimas causadas, sin distinciones, y sin facilitar información que permita esclarecer tantos asesinatos aún pendientes de resolver. Es de probidad que en este trágico episodio de la historia de España la memoria de las víctimas debe permanecer para siempre; tenemos una deuda de gratitud con ellas y sus familias, verdaderos héroes de la democracia”.
Muy bien dicho. Me identifico con todo lo anterior. Los hechos no son precisamente protestas pacificas sino simples asesinatos a sangre fría. Como hijo del cuerpo me reafirmo en todo lo anterior. Nunca los olvidaré. Muchas gracias por estas preciosas palabras. Viva la Guardia Civil.