El director general de Política de Defensa, el teniente general Fernando López del Pozo, no tiene "dudas" de que Ceuta y Melilla contarían con la protección colectiva de la OTAN en caso de sufrir algún tipo de ataque, pese a esta fuera del ámbito geográfico que formalmente contempla el Tratado de Washington.
"Yo lo tengo muy claro, creo que no hay la más mínima duda", zanja en una entrevista respecto al debate abierto sobre el estatus de las dos ciudades autónomas y su eventual protección por parte de los aliados.
El Tratado de la Alianza sostiene que "un ataque armado contra uno o más de ellos en Europa o Norteamérica debería considerarse como un ataque contra todos ellos" y, en consecuencia, acudirían en defensa del país agredido.
A continuación, el Artículo 6, aclara dónde se tiene que producir dicho ataque para que se pueda activar la defensa colectiva y fija que tiene que darse "en el territorio de alguna de las partes en Europa o Norteamérica, en los departamentos argelinos de Francia, en el territorio de Turquía o en las islas bajo la jurisdicción de alguna de las partes en el área del Atlántico Norte al norte del Trópico de Cáncer".
Pese a no estar en territorio europeo ni ser islas, el general López del Pozo cree que "no hay duda" de que Ceuta y Melilla contarían con la protección de la OTAN como parte de España. "Doctores tiene la Iglesia, pero yo lo tengo muy claro", insiste sobre un debate que, en cualquier caso, cree que es bueno porque pone de actualidad la necesidad de la seguridad y la defensa.
En vísperas de la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid los próximos miércoles y jueves, el general, asesor de la ministra de Defensa, Margarita Robles, incide en que precisamente la fortaleza de la Alianza es "la solidaridad, la cohesión y saber que te van a defender".
Este propósito es el que persigue siempre España, asegura, y así lo busca también cuando aboga por lo que ha calificado como visión de 360 grados. Según explica, esto significa que todos los aliados tengan claro que las amenazas afectan a todos, vengan "de cualquier dirección geográfica y de cualquier dominio".
"Nosotros somos solidarios con los países del este claramente y aspiramos a que en un momento determinado, si tuviéramos un problema en nuestro territorio o nuestros intereses, el resto de países también fueran solidarios con nosotros", explica como ejemplo.
Atención al sur
A su juicio, ningún país de la OTAN duda de la importancia de contener las amenazas que puedan llegar del sur, donde Rusia ya tiene una fuerte presencia en lugares como República Centroafricana o Malí y hay una creciente inestabilidad en la zona del Sahel. "Si no se ayuda a esos países a controlar su territorio, eso va a ir a peor", avisa.
En cualquier caso, esta ayuda no llegará en forma de bases de la OTAN en territorio africano, según matiza, sino que la Alianza tiene su fortaleza en "exportar seguridad". También apuesta por aumentar sus `partenariados` con países democráticos que no formen parte de la OTAN pero compartan sus postulados, como podría ser Mauritania.
En la actualidad, el mayor foco de preocupación está en Ucrania y la amenaza de Rusia en la frontera este de la Alianza, donde el general recuerda que España ha incrementado de forma importante sus efectivos desde inicios de este año. Esta misma semana han llegado a Letonia los últimos refuerzos, cien militares más (se suman a los 500 que ya estaban en el país) junto a una batería de misiles antiaéreos. Además, España en 2022 vigilará el espacio aéreo de la frontera este de la OTAN desde Bulgaria, Lituania y Estonia.
El general López del Pozo reconoce que es "interesante" estudiar un refuerzo de las capacidades de la Alianza en los países bálticos, como estos reclaman, pero deja el asunto en manos de un debate "puramente militar" sobre la necesidad de tener las tropas sobre el terreno o mantenerlas en los países de origen listas para ser desplegadas. "¿España que va a hacer? España va a ser cumplidora con lo que le proponga la autoridad militar", resume haciendo hincapié en la posición estratégica del país para, por ejemplo, facilitar la movilidad militar.
¿Una agresión las amenazas híbridas?
La invasión de Ucrania ha recuperado la guerra tradicional, pero la Cumbre de la OTAN también tendrá sobre la mesa otro tipo de amenazas, como las amenazas híbridas o las ciberamenazas. A juicio del director general de Política de Defensa, una agresión mediante alguno de estos elementos ya podría ser suficiente para invocar el artículo 5 del Tratado de Washington de defensa colectiva.
Según recuerda, la única vez que se ha recurrido a esta fórmula en toda la historia de la OTAN fue tras el ataque a las Torres Gemelas, que no fue una agresión militar convencional de un país a otro. Entonces, hubo un debate en el seno de la Alianza y se decidió que sí cumplía los factores para reclamar la solidaridad de todos los aliados. "Ahora mismo un ataque desde el espacio o un ataque ciber, si se dan una serie de circunstancias, puede ser catalogado como un ataque", sostiene sobre un debate que reconoce que no es "fácil".
También habría que "discutir" en caso de que la amenaza se produjera en caso de presión migratoria o cortes en el suministro energético, ya que se trata de acciones que se catalogan dentro de la "zona gris" y es difícil demostrar su atribución. "Pero la puerta está perfectamente abierta y sería posible que ocurriera", cree el general López del Pozo.
Las palabras se las lleva el viento... aqui lo que vale son documentos firmados.