El director provincial
del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), Juan Bosco de Alba, ha pedido este viernes confianza a las familias
para iniciar el curso el próximo jueves con horarios de clase presencial limitados a tres horas diarias. Ha dicho que es un formato que generará trastornos a las familias, pero obligado para poner la seguridad sanitaria frente
al coronavirus como prioridad absoluta. "El criterio técnico de esta Dirección Provincial era y es apostar por un modelo que ponga énfasis y que defienda por encima de todo está la seguridad de nuestros niños y niñas, de nuestras familias y por supuesto la seguridad de nuestro profesorado", ha explicado. De Alba ha agradecido al Gobierno de Vivas su apoyo durante las últimas semanas para poder reabrir los centros educativos seis meses después de la declaración del estado de alarma y ha asegurado que todas las decisiones adoptadas se han tomado sobre las directrices de los técnicos sanitarios de la Ciudad y el Ingesa. Además, ha pesado el deseo de los directores de colegios e institutos por tener a su alumnado en las aulas a diario, aunque sea menos horas: "Nuestro criterio no se basa en una opinión, no se basa en impresiones, no se basa en emociones, no se basa en presiones de ningún tipo sino en un criterio clínico". El director provincial ha asegurado sin dar cifras que el cupo docente local aumentará en cifras "históricas" y se ha comprometido a garantizar la asistencia a clase de los hermanos en el mismo tramo horario. Los programas de conciliación se implantarán gradualmente, en gran medida ligados a la puesta en funcionamiento de los Planes de Empleo de la Delegación a finales de año. "Tenemos preparado ese diseño de la conciliación y tenemos el dispositivo en cada centro educativo, pero ahora, en este momento, no lo podemos iniciar. Tenemos que aprender todo y ver cómo queda la situación sanitaria en la ciudad una vez que todos estemos incorporados al colegio, porque somos una enorme población, y según vayamos viendo, podemos empezar a abrir el abanico de otras opciones como aulas de conciliación o refuerzo educativo por la tarde", ha indicado la jefa de la UPE, Tula Fernández. Los responsables de la Dirección Provincial sí han dejado claro que la Inspección será estricta con el cumplimiento de la obligación de llevar al alumnado con entre 6 y 16 años de edad a clase por mucha inquietud o miedo que exista en algunas familias al coronavirus. El inspector de Educación, Jornatan García, ha precisado la función de su servicio en este nuevo contexto: "Tendremos que ver si ese absentismo es justificado o no. Hay una obligatoriedad de asistir a la escuela, a partir de los niveles obligatorios. Habrá que ver a través de los procedimientos que existen si eso está justificado o no lo está. Está por encima el derecho a la escolaridad del menor que la opinión que nosotros dentro de esa flexibilidad que estamos planteando pueda tener el servicio de inspección". El director provincial ha aprovechado su comparecencia para pedir a la Ciudad que destine todo el dinero que pueda pese a no tener competencias al ámbito educativo y ha comprometido todo su respaldo a los Claustros de los centros: "Ahora mismo lo más importante es que nuestras maestras y maestros, nuestros profesores y profesoras, sientan como ya pasó con nuestro personal sanitario, que toda la sociedad está con ellos".