El Gobierno del Partido Popular no ceja en su empeño y sigue intentando cercenar derechos a los guardias civiles y sus familias. Primero lo intentaron a través de la disposición adicional del proyecto de ley disciplinaria de las Fuerzas Armadas en la que pretendían que todos los órganos directivos de las asociaciones profesionales de guardias civiles puedan ser sancionados por los acuerdos que aprueben, salvo los que se hubieran opuesto o no hubiesen intervenidos, es decir sancionar a todos los dirigentes de las Asociaciones Profesionales o, lo que es lo mismo, eliminar de un plumazo el derecho de asociación en la Guardia Civil.
Fue el propio Consejo de Estado quien criticó la intención del Gobierno en un informe contundente en el que se plasmaba el disparate de la aplicación de esta disposición. Lo intentaron y ahora vuelven a la carga con un documento, Introducción de una disposición final en el anteproyecto de Ley Orgánica de Régimen Disciplinariio de las Fuerzas Armadas, con la misma intención de silenciar a los guardias civiles.
Pero no paran y ahora tratan de modificar la ley disciplinaria y expulsar del Cuerpo a quien “organice, participe o asista en lugares de tránsito público a reuniones o manifestaciones de carácter político, sindical o reivindicativo”. Fue el propio Consejo de Estado quien pidió eliminar el término reivindicativo ya que es parte intrínseco del derecho de reunión y manifestación, incluso reclamó al Gobierno que la reforma del régimen disciplinario de la Guardia Civil se tramitase de forma separada del de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, lo que diga el Consejo de Estado no importa y vuelven a la carga.
Y como les parecía poco, hace una semana han intentado aumentar la jornada laboral a 48 horas semanales, es decir volver atrás más de una década. Sólo gracias a la rápida y eficaz intervención del director general se pudo paralizar tan injusta e inmoral decisión.
Hemos intentado resumir lo mucho que se acuerda el actual Gobierno de los guardias civiles y para eso mejor pedir “Que el Gobierno no se acuerde de nosotros”. Porque cada vez que miran a los guardias civiles es para intentar volver a los guardias civiles a décadas pasadas y, por supuesto, ni vamos a permitirlo ni vamos a permanecer mudos ante la falta de sensibilidad hacia los guardias civiles y sus familias.
El próximo fin de semana se celebrará la Patrona de la Guardia Civil y los cargos políticos del Partido Popular nos lanzaran el discurso anual alabando la tarea de los guardias civiles, de nuestro compromiso, de nuestras muchas virtudes, pero todo eso son palabras, porque los hechos dicen cosas distintas, cosas como “que los guardias civiles trabajamos más horas que los policías nacionales y autónomos y ganamos menos, que tenemos menos días de vacaciones”.
Señores políticos, desde estas páginas les venimos a pedir que no nos alaben tanto, que no nos digan lo bien que hacemos nuestro trabajo, de los muchos miles de kilos de drogas aprehendidos. Dígannos que van hacer justicia con nuestras familias, que nos van a pagar igual que al resto de los cuerpos policiales y entonces entenderemos que el Gobierno al que representan nos valoran como nos merecemos, porque las horas que hacemos de más se las roban ustedes a nuestros hijos a nuestras familias.
Ese es el discurso que esperamos, el único discurso valido.