“Dios dio una segunda oportunidad a Gema porque es especial”

Gema, arrollada por un vehículo hace casi siete meses cuando cruzaba un paso de peatones, vuelve a Ceuta y ya se recupera en casa arropada por sus familiares y amigos.

Hoy es un día muy especial para ella porque alcanza la mayoría de edad. Un 18 cumpleaños que celebrará esta tarde en unas circunstancias que nunca hubiese imaginado ya que, como se suele decir, esta joven ceutí ha vuelto a nacer. Sin embargo, lo mejor solo está a la vuelta de la esquina. Los amigos y familiares de Gema Pérez Martos, la chica que resultó gravemente herida hace casi siete meses al ser arrollada por un vehículo cuando cruzaba un paso de peatones en avenida de Otero, le han preparado hoy una fiesta en el local social del Recinto Sur.
“La vida le dio un revés inesperado. Dios le dio una segunda oportunidad porque Gema es especial”. Estas palabras, contenidas en el álbum de fotografías que sus tíos Jorge y Encarni le regalaron antes de salir de Barcelona, resumen los sentimientos de la familia Pérez Martos tras un accidente que ha sacudido sus vidas.
Sus padres, Rosa María Martos y Eduardo Pérez, confesaron que atravesaron momentos muy duros en el proceso de recuperación de Gema. “Dios nos la ha dejado, pero si se la hubiese llevado, eso nos hubiese amargado la vida a todos”, confiesa el padre mientras que su esposa asiente con la cabeza. Una lágrima escapa de sus ojos mientras su hija deja el salón y busca el teléfono móvil en el cuarto. “Ella se siente mal si ve que lloramos”, comenta Eduardo fugazmente antes de que Gema vuelva a la habitación. A Rosi le falta tiempo para recuperarse y la joven, que se percata, acaricia suavemente su cara para tranquilizar a su madre. Un gesto que, pese a las secuelas, demuestra que es la Gema de siempre.
Desde su desembarco en Ceuta, esta chica bailó en la Feria, volvió a las playas de su tierra y disfruta de su gran afición: la música. Mientras muestran fotos de familia, en su móvil suena  El run run de Estopa y Rosario Flores. “Ahora toca luchar por ella como hemos hecho hasta ahora y también por todo lo que le corresponda”, señala Eduardo, quien junto a su mujer considera que Gema es un ejemplo de “voluntad, fuerza y ganas de vivir”, en definitiva, “nos ha dado una lección de vida”.  
A pesar de los avances logrados hasta ahora, Gema “todavía tiene que ir recuperándose”, indica Rosi. Con los informes en la mano, esta madre coraje recuerda el amargo diagnóstico al llegar al Hospital Puerta del Mar en Cádiz. Gema sufría un fuerte golpe en la cabeza que le provocó, entre otros daños, una hemiparesia –parálisis motora– y fue sometida en la capital andaluza a una craneotomía descompresiva –intervención quirúrgica en el cráneo– además de serle extraída la calota ósea –bóveda craneal–. En septiembre, Gema volverá a pasar por el quirófano ya que el equipo médico del Puerta del Mar procederá a la reconstrucción del hueso de la cabeza que le fue retirado.
“Cuando vuelvan a ver a Gema en Cádiz”, asegura Eduardo, “no van a creerse cuánto ha mejorado”. Contra todo pronóstico dadas las graves lesiones que presentaba, la recuperación de Gema resultó ser milagrosa y sus avances no han cesado desde el principio, otra muestra de sus ganas de vivir. “El especialista que la operó en Cádiz nos dijo que no contáramos con ella”, recuerda Eduardo. Quince día más tarde, continúa el progenitor, “volvió a pasarse y, cuando la vio, no podía creerse el cambio que había dado”.
No obstante, a la joven aún le quedan secuelas que su madre descifra de entre los informes médicos: alteración cognitiva; diabetes insípida; déficit funcional secundario; disfagia y trastorno de conducta que se manifiesta a través de la agitación y el nerviosismo. Una alteración que, confían, con su esfuerzo por mejorar poco a poco acabará superando o, al menos, mitigando sus efectos.
Al relatar qué ocurrió aquella fatídica tarde de hace seis meses, Rosi y Eduardo mantienen la calma, pero no dudan en decir que su hija “estaba muy bien y le han destrozado la vida con 18 años”. La madre recuerda la advertencia en la que, desde que eran pequeñas, insistieron a sus tres hijas : “Les tenemos dicho que, aunque vayan a cruzar un paso de peatones, miren a los dos lados por si vienen coches”. Sin embargo, como narraron los progenitores, hay factores que escapan de la mano del peatón. “Ya había terminado de cruzar y ponía el pie en la acera”, explica el padre a partir del testimonio de su otra hija, “que lo vio todo”.
Entonces, ¿Gema cruzaba sola o iba con otras chicas? La familia Pérez Martos declara que iba acompañada de su hermana Estefanía –tiene otra, Rocío– y de una amiga, Leo, la gran olvidada del atropello y quien también tuvo que pasar por quirófano. “No queremos ni pensar qué hubiese pasado si también hubiese pillado a nuestra otra hija...”, deja incompleta la frase Eduardo, horrorizado con tan solo pensarlo.      
Gema ya pudo sentir el cariño de sus seres queridos el pasado 30 de julio, cuando regresó a Ceuta procedente del Instituto Guttmann en Badalona, y recibió una afectuosa bienvenida en la Estación Marítima. Su madre muestra el reencuentro de la joven con parientes y amigos mediante un vídeo de ese momento. Las emociones traspasan la pantalla del teléfono móvil: su hermana Estefanía, quien no la veía desde hacía seis meses corre al encuentro de Gema, quien la espera con los brazos abiertos, pronto se une el resto, que se funde en un gran abrazo por la alegría de volver a tenerla con ellos.
La familia Pérez Martos, tanto en su nombre así como portavoces de Gema, no escatimaron en agradecimientos a todos aquellos que se han volcado con su causa en estos meses, con una mención especial a sus primos Jorge y Encarni, quienes les acompañaron durante su estancia el Instituto Guttmann. “Gracias a la ayuda económica de todos los ceutíes hemos podido salir adelante en Cádiz y Barcelona”, expresa Rosi. Un dinero que le permitió costear sus gastos de estancia junto a su hija que primero estuvo hospitalizada en la provincia gaditana y después en la Guttmann en Badalona. “Elegimos este centro porque nos dieron buenas referencias y, si permanecíamos en una clínica de día de Jerez, aunque estaba más cerca de Ceuta, por la noche teníamos que llevar a Gema a un piso de alquiler sin el equipamiento necesario”, explica Rosi.
Eduardo tampoco olvida el gesto de la empresa de limpieza viaria Trace, en la cual trabaja, ya que tanto sus compañeros como el socio mayoritario de la mercantil se volcaron con su familia en estos momentos tan delicados.

A la espera de juicio

Los padres: “Lucharemos por ella y todo lo que le corresponda” 

Rosa María Martos y Eduardo Pérez, padres de la joven damnificada, sostienen que harán lo que esté en sus manos para que se haga justicia. “Lucharemos por ella y todo lo que le corresponda por lo que ocurrió”, sentencian los progenitores de la joven, que ya tiene un representante legal que estudia toda la documentación aportada. Sin entrar en ningún momento en el terreno de las ofensas, la familia Pérez Martos sabe que quien pilotaba el vehículo que arrolló a su hija “no está en prisión” y “estuvo detenido 48 horas antes de salir en libertad”, de modo que solo tiene que “acudir al juzgado a firmar” periódicamente. No obstante, tampoco quieren pronunciarse sobre nada más hasta la celebración del juicio, del que están a la espera El atropello se produjo en un paso de peatones de la avenida de Otero, a la altura del Cuartel de la Guardia Civil, ya que esta joven, que entonces tenía 17 años, reside en la zona. Los hechos ocurrieron el pasado 24 de enero y volvió a Ceuta el pasado 30 de julio.