He leído y escuchado en la calle runrunista mil opiniones sin elementos objetivos suficientes que lo puedan asegurar. Y dicen los rumores que cada día saldrán más escándalos demostrándonos una nefasta gestión largamente desarrollada. Sin duda, muchos de estos comentarios sólo se basan en pequeñas venganzas, rencillas, despechos e insultos que se lanzan desde la envidia de algunos y a los que no se les debe hacer caso alguno. No obstante lo anterior, al parecer son las presiones con las que el Gobierno de la nación esta sometiendo a la nación, y que pasan simplemente por un adelgazamiento de la estructura administrativa y laboral en las empresas municipales de los propios ayuntamientos. Adelgazamiento, que exige exclusivamente los correspondientes despidos de la gente contratada durante un largo mandato. ¡Toda austeridad, siempre pasador el capítulo primero de los dineros! Y son exigencias nacionales ante las que no cabrá otra opción que doblegarse. ¿Pero quién es capaz de asumir esa responsabilidad? Porque… sin duda, son temibles decisiones de impopularidad las que se afrontan con estas medidas, sobretodo para quienes basan su existencia en el populismo.
Ha pasado el tiempo y la deuda sigue siendo insostenible, porque… no nos engañemos, el testigo de grandes empleadores que prácticamente todos los gobernantes recogieron en las épocas de bonanza dineraria, ya se ha acabado. ¡Y este empleo, aún ficticio, fue necesario para muchos en su lucha diaria de seguir viviendo! Entonces que nadie critique, en este aspecto dicho empleo ni esa forma de gobernar (al margen de cuales fueran los intereses personales que lo animaban). La realidad era que muchas familias trabajaban y cobraban sus sueldos. Y en ellos se encontraba el núcleo del desarrollo económico y urbanístico de calidad en nuestra nación y también de nuestra ciudad, que nos igualaba a cualquier otra ciudad española. Ahora, por el contrario, son momentos de incertidumbres y de descenso en nuestra calidad de vida los que nos esperan.
Porque lo que se nos exige son medidas duras que estrujarían cualquier cabeza. Ya que el desempleo, no sólo aumenta en nuestra ciudad de forma drástica sino que al tiempo disminuirá el necesario consumo de una ciudad que ha apostado por su entramado comercial. Y al margen de que esa repetida mayoría de protección que algunos se habían creado, el despido disminuirá considerablemente la actividad de consumo, creando más pobreza en las gentes y las empresas. ¿Pero, existe otra solución?
Quizás, estamos asistiendo al final de la imagen populista que actualmente muchos políticos mantienen entre los ciudadanos. Situación, que les hace enfrentarse a unas futuras elecciones en desventaja sobre todos aquellos que nunca tuvieron responsabilidades de gobierno. Y esto… ¿alguien sería capaz de asumirlo personalmente? Muchos opinan que no. Ya que sin una situación de ventaja, nadie nunca se arriesgaría a una confrontación de este tipo. Mas, se acabaron los tiempos en que fluía el dinero desde fuera en grandes cantidades. Y ser gestor sólo del gasto es hasta fácil. Pero ahora son momentos duros donde esa fuente de riqueza se ha reducido de forma notable y los responsables deben sacar pecho afrontándolas, demostrando que son verdaderos gobernantes ante las adversidades.
Por otra parte, creo que es tiempo de pensar en que sucedería si se confirman estos rumores. ¿Es bueno o malo para la ciudad la dimisión de los responsables del gobierno? Y sobre todo…¿Quienes los sustituirían?. Y…¿Que podrían hacer estos en los momentos actuales?. Porque no nos engañemos, una sociedad sin gente que la regente con verdadera vocación de servicio publico, es una sociedad condenada a la muerte y al olvido. Y en Ceuta, en los tiempos que corren, no nos podemos permitir esa orfandad de gobierno.
Por ello, yo personalmente he intentado contestarme a algunas de estas cuestiones, y aunque no sean nuestros regentes actuales, personas que gocen de mi absoluta confianza, creo que dichos rumores están equivocados y que seguirán al frente de los destinos de nuestra ciudad. Porque es necesaria su continuidad, al menos hasta que veamos salida a la situación actual de desempleo. ¡A nadie, le interesa su marcha, ni el interregno vacío que dejarían!. Son más los problemas que se crearía y que se sumarian a los que ya la crisis nos impone por razones obvias, de todos conocidas. ¡Pero eso sí, con una mayor transparencia y fiscalización del gasto que hasta ahora!.
Porque, gobernar es actualmente, sin duda, mucho más difícil y problemático. Pero son estos momentos los que dan calidad y casta a los regentes de una sociedad. La huida solo sería un síntoma de actitudes ineficaces, nada deseables entre los hombres y mujeres que conformamos nuestra ciudad. No dejan de ser por todo ello, estos rumores, esperanzas políticas de aquellos que en su día no pudieron o no supieron ganarse la confianza de los electores. De acuerdo que han terminado los años de la vacas gordas y estamos en los años de las vacas flacas, mas no debemos desanimarnos y debemos seguir luchando por todos nosotros. Siempre lo he dicho y lo sigo diciendo:¡Ceuta es un hecho que esta aquí con nosotros, incluso a pesar de nosotros y debe continuar la fecunda substancia de su existencia!. Por ello, necesitamos seguir con sueños e ilusiones que inunden nuevos sueños de futuro, y los que pertenecimos al Partido Popular con ideales de gobierno debemos mantenerlos. A Ceuta le esperan días muy duros, como a toda nuestra española nación, y por ello… aunque sea a regañadientes, debemos unirnos y ayudar en lo posible a que las cosas sigan caminando hacia delante. Eso si… no como ganado servil, sino con energía e independencia evitando la vacía compra de voluntades.