Desde este viernes, el Colegio Oficial de la Psicología de Ceuta imparte el curso ‘Psicología y Sexualidad’ de la mano de Diana Sánchez. Esta profesional de la salud mental, además es sexóloga y terapeuta de pareja en diferentes centros de Madrid desde el año 2009. La formación será teórico-práctico con una duración de 8 horas, repartidas en tres días. Sánchez reconoce que estas clases serán muy orientativas, pero “servirán en el caso de que a un psicólogo le llegue un paciente con un problema sexual a su clínica y sepa tratarlo en cierto modo. Por lo contrario, siempre queda la opción de derivarlo”.
–¿Cómo se define el concepto de sexualidad?
–Este término es subjetivo porque hay distintas maneras de entenderlo. Encontramos una sexualidad que guarda relación con la fisiología, la cual tiene que ver con el ciclo reproductivo de la persona. Pero el ser humano va más allá, puesto que aborda una especie de energía o movimientos que se vinculan con el apego, proximidad o búsqueda de seguridad con el otro. Por otro lado, está esa vertiente que se relaciona con el placer sin más. Desde mi punto de vista, cada persona entiende la sexualidad de una manera distinta. No me gusta encasillarla de una sola manera porque igualmente depende del ciclo vital en el que se encuentre esa persona. No es lo mismo cuando se es joven a cuando ya uno es adulto o incluso si estás soltero o con pareja.
–Cada etapa es distinta, ¿no?
–Lo evidente es que la sexualidad está en el ser humano desde que nace hasta que muere. Lo cierto es que hay momentos en los que se centra en el coito. Pero hay que recordar que no solo es esto, sino que hay mucho más.
–¿Por ejemplo?
–Lo que se conoce como preliminares, es sexualidad. Es decir; el sexo oral, los besos, las caricias o masajes.
–¿Todo lo que comenta se debe cuidar?
–Sí. Al igual que se hace deporte y se lleva una buena alimentación para mantenerse en forma, igualmente sucede con lo sexual.
"La sexualidad no es solo el coito, sino que va mucho más allá. Por ejemplo, está el sexo oral, los besos o caricias"
–¿Qué consejos puede ofrecer?
–Lo que puedo decir es que hay que vivirla. Uno no se puede quedar encerrado en expectativas, sino que la experimente. En las parejas esto es fundamental. No solo hay que tener una relación sexual completa, sino que solo con una mirada o una muestra de cariño, también vale.
–¿Hablar de sexo sigue siendo un tabú?
–La gente joven sí que se atreve a hablarlo y con las palabras adecuadas. No se sonrojan de ello. Pero a la vez que esto sucede, sí es cierto que hay bastante desinformación que proviene de las redes sociales o webs. Hay menos vergüenza, pero no creo que haya más información. Esta se debería impartir en las escuelas o casa.
–¿Cuán de importante es que se imparta educación sexual en las aulas?
–Para mí es vital. Es básico, tanto que la OMS dice que no solo hay que entenderla desde lo físico, sino también lo psíquico. Una asignatura trasversal, que se imparta en todos los cursos y con personas que saben de la materia. No pasa nada por explicarle sobre estos temas.
–¿Con edades tempranas se refiere a Infantil?
–Sí. A estos niños no les tienes que hablar del acto sexual, pero sí que conozcan las partes de su cuerpo. Es importante que se les llame a las cosas por su nombre. El empezar a nombrarlas, ya es educación sexual. Incluso, los menores de 4 y 5 años ya empiezan a tener sensaciones de placer que no asocian con la sexualidad. No pasa nada por explicarles sobre estos temas.
–¿Cuáles son los problemas sexuales más comunes que se pueden tener?
–En el caso de los hombres, lo común es la disfunción eréctil o la eyaculación precoz. Por otro lado, me llegan por asuntos como la adicción al porno a través de las redes. Las mujeres me llegan por anorgasmia o por disfunción del deseo.
–Si nos referimos a la eyaculación precoz de los hombres, ¿qué consejos ofrece para dar una solución a este problema?
–Este asunto es difícil de concretar porque, normalmente, lo que suelo hacer es una valoración del caso. Antes conozco al paciente, así como si lo que le pasa es situacional o frecuente. Después de este análisis detallado, les comento que deben abordar este asunto desde la relajación, que aprendan a conocerse. Cuando llegan a ese punto donde pierden el control, deben trabajarlo muy despacio, con mucha conciencia corporal. También tengo aquellos con los que he usado sesiones de hipnosis. En resumen, depende del paciente.
"Te pueden describir un orgasmo, pero esta es una sensación tan particular que en cada persona es diferente"
–Las expectativas hacen daño.
–Totalmente. A veces llegan con la idea preconcebida de que tienen eyaculación precoz y cuando se les pregunta, realmente se descubre que no lo es. Quizás, aquí lo que pasa es que ven o les cuentan que lo normal es estar media hora con la erección. Y esto no es así. Más tiempo no tiene por qué ser mejor, esto es un mito. Lo que hay que dar es mucha psicoeducación y explicarles que las expectativas que se tienen no son realistas.
–Desde hace poco, parece que se ha puesto sobre la mesa el asunto del orgasmo femenino. Incluso, en el caso de ellas, no llegan a este clímax a causa del desconocimiento.
–Sí. Esto hay que trabajarlo muchísimo y que desmontar de esas expectativas que te hacen dudar de si lo tienes o no. Al fin y al cabo, una persona te lo puede describir pero esta es una sensación particular porque en cada una es diferente.
-En todo esto, el diálogo entre las parejas es fundamental.
Sí. Fundamental. Una de las primeras herramientas es que hay que comunicarse con la pareja, que cuenten de los problemas sin ningún miedo. Así hay más posibilidad de que se solucione.
-¿Qué mitos se suelen colar en este tipo de conversaciones?
Uno de ellos es que hay dos tipos de orgasmos en las mujeres: el clitoriano y vaginal. Científicamente se ha demostrado que no los hay, sino que hay uno solo. Lo único que sucede es que se puede sentir en una zona u otra, pero es el mismo. Por otro lado, encontramos el sexo anal. Mucha gente no quiere probarlo y esto se asocia al tabú y estigma. Esto se debe quitar de la mente porque es placentero tanto para hombres como mujeres. Hay mucha duda de si llevarlo a la práctica porque si se prueba y gusta, ya se duda de la orientación sexual. Esto no tiene nada que ver. Pero también es lícito que quien no quiera probarlo, está en su derecho. Hay que respetarlo.
La zona de Bir Chefchaouni en la ciudad marroquí de Tánger fue testigo, la noche…
Una familia residente en una vivienda situada en calle Argentina tendrá que abandonar la casa…
Paco Reyero, ganador de la tercera edición del Premio Fernando de Leyba de Periodismo, ha…
Los vecinos de Ceuta interesados en los cursos de inglés comercial y turístico con beca…
Este miércoles por la tarde ha comenzado el I Torneo Open Loma Margarita en las…
A raíz de los hechos denunciados a principios de este mes de octubre en el…