Los usuarios de la Asociación Ceutí de Diabetes alertan de los nuevos dispositivos de medición de glucosa en sangre entregados por el
Ingesa. Los más de 20 usuarios de este colectivo se han percatado, comparándolo con la medición del anterior aparato, que las cifras de ambos llegan a diferir hasta en dos gramos (la glucosa se mide por su cantidad de gramos en sangre), lo que deriva en un problema serio a la hora de calcular la dosis de insulina que deben inyectarse en ese momento. Maria Ángeles, una de las afectadas, explica que este nuevo aparato, de origen coreano, se lo entregaron hace apenas dos semanas y aunque lo habitual es que tengan que devolver el antiguo, en esta ocasión les recomendaron realizar la medición con los dos, el nuevo y el anterior, para comparar las cifras. Su sorpresa llegó cuando los números que arrojaban los dispositivos diferían en más de un gramo y en ocasiones hasta en dos.
“Ahora ya no sé que cantidad de insulina inyectarme, no puedo calcular la dosis con precisión”, aqueja la usuaria
Relata que en días pasados no hizo la comparación y siguió sólo la medición del nuevo aparato, que le dio una cifra muy elevada para estar en ayunas, pero tras inyectarse la dosis aconsejada de insulina, sufrió una bajada de azúcar que le hizo sentirse en mal estado y por la cual tuvo que mantener reposo. “Esto no es vida”. Esta situación ha despertado una intranquilidad entre los usuarios que han empezado a usar el nuevo dispositivo y siguen comparando las mediciones con el anterior, arrojando cifras diferentes día con día. Siguen haciéndose caso del aparato antiguo, pero pronto ya no van a contar con las tiras que absorben la sangre para hacer la prueba. Ante la problemática, la asociación prevé presentar una queja ante Sanidad, por el mal funcionamiento del dispositivo y las repercusiones que está provocando en los usuarios. Asimismo, uno de los reclamos de la asociación es que el Ingesa sigue entregando este tipo de aparatos, en los que es necesario la extracción de sangre, en vez de ofrecer nuevos dispositivos como en el resto de España y que al igual que ocurre con la Seguridad Social, también están subvencionados por el Ingesa. Se trata de métodos menos invasivos como chips subdérmicos o la bomba de insulina.