El ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha insistido en que las
concertinas serán retiradas de las vallas de Ceuta y Melilla en 2020; un mensaje harto repetido por el Gobierno de Pedro Sánchez y que, tal y como adelantó El Faro de Ceuta, tenía fecha de inicio:
finales de este mes de septiembre, aunque todo depende de la configuración gubernamental. El titular de la cartera de Interior ha recalcado en una entrevista en el programa ‘Más de uno’ de Onda Cero, que se trata de “sustituir” las concertinas no de “quitarlas”, insistiendo en que el propósito del Ministerio es imponer en todo el perímetro un sistema “mucho más seguro, menos cruento y dañino para las personas”. Se sustituirán las concertinas por “vallas más seguras, difíciles de escalar pero sin medidas atentatorias”. Marlaska ha insistido en que esta acción se enmarca un en un proyecto de actuación mucho más amplio por el que apostó para actuar en unos pasos fronterizos en los que no ha existido reforma alguna desde el año 2006. Los estudios para la reforma del perímetro “llevan su tiempo” porque “hablamos de seguridad”, ha recalcado. “No es solo sustituir, hay que poner un circuito cerrado de televisión, nuevos sistemas de seguridad complementarios y ya se está desarrollando el reconocimiento facial”, ha indicado pidiendo a los que critican su gestión que “sean razonables” ya que estas acciones de reforma no se hacen “de la noche a la mañana”. Grande-Marlaska ha valorado las buenas relaciones con
Marruecos, en las que “hemos profundizado de una manera importante. Estamos coordinados en la seguridad y lucha contra las mafias”, ha dicho, valorando el éxito conseguido por el vecino país en la desarticulación de redes de tráfico de personas, terrorismo y criminalidad organizada. En cuanto a las
devoluciones en caliente, que volvieron a llevarse a cabo el pasado viernes con los subsaharianos que quedaron encaramados en la valla, el titular de Interior ha recalcado que el Gobierno está “cumpliendo la ley” aplicando “el rechazo en frontera” en una frontera europea en la que se deben seguir políticas de acción comunes. Respecto a si se volverán a hacer, ha destacado que “estamos pendientes de lo que resuelva el Tribunal Europeo de Derechos Humanos”.