La maquinaria policial y judicial, a través de la Policía Nacional y del Colegio de Abogados, puesta en marcha ayer martes para activar la devolución de los marroquíes que entraron a nado el pasado fin de semana, no cumplió las expectativas. Se tenía pensado facilitar la entrega a
Marruecos de 99 de las casi 130 personas que entraron en Ceuta (quitando los menores), pero en torno a las 20:00 horas Marruecos solo había aceptado 23, muchos menos de los previstos. El dispositivo se reanudó de madrugada con otros 40 traslados que suman ya un total de más de 63 desde el inicio del operativo. Aún quedan 49 por marcharse. Estas son las imágenes de la nueva salida que llegan desde el lado marroquí:
La Policía hizo su trabajo con los expedientes y los abogados también ofreciendo la asistencia letrada, pero la devolución se paró en seco. En un primer momento Marruecos no aceptó a nadie más hasta que los traslados se reanudaron de madrugada. Por parte de España se había cumplido con todos los trámites. Nadie da una explicación oficial sobre la reactivación del dispositivo, como tampoco
se dio con el inicio de las devoluciones que no eran reconocidas hasta la mañana de ayer, ofreciéndose una escasa información al respecto. Delegación entiende este proceso como algo de días, pero se desconoce qué postura adoptará el vecino país ante nuevos intentos de traslados.
Delegación del Gobierno solo confirmó, avanzada la mañana, que las gestiones para la devolución se habían iniciado desde la ciudad autónoma
Así, en la nave del
Tarajal continuaban los inmigrantes nunca entregados a su país de origen, sin que sobre ellos se pueda ejercer medida alguna de retención más allá del cumplimiento de la cuarentena que también puede evitarse. La diferencia entre lo que pasaba antes y lo que sucede ahora es que los marroquíes sí saben ya cuál es su destino, si el mismo fructifica: volver a su país.
Las entregas que sí se llevaron a cabo formaron parte de una operación que utilizó la puerta norte -la misma empleada para las repatriaciones- para facilitar la entrega de los nacionales a su país. Fueron tratadas como devoluciones -no expulsiones-, ejecutadas tras un acuerdo entre los gobiernos de España y Marruecos después de la ‘crisis’ de los nadadores a la que dio paso el goteo incesante de personas que prueban suerte por mar desde hace meses.
Nadie ofrece una explicación de por qué Marruecos frenó en seco la devolución
La presión que fue más evidente el domingo se repitió el lunes durante todo el día, pero sobre todo por la tarde y noche, cuando las fuerzas marroquíes sí estuvieron frenando los intentos de entrada por mar -en grupos- o incluso por el monte. Todos fueron repelidos por el país vecino.
Las gestiones llevadas a cabo directamente desde el Gobierno de la Nación –receptor de las quejas trasladadas desde la
Delegación ante la situación vivida sobre todo este domingo- y Marruecos eran mucho más ambiciosas del resultado finalmente alcanzado. No se sabe cómo terminará este procedimiento ni si los inmigrantes que ya fueron objeto del trámite debido serán entregados finalmente o no.
La nave, que estaba ocupada por 155 personas, permanecía cerrada mientras se llevó a cabo la operación policial. Dispone de 200 plazas pero con la entrada masiva se disparó su ocupación hasta el 80%. En esta devolución se analizó caso por caso con Marruecos para que fuera aceptando a todos sus nacionales.
Lo que había sucedido este fin de semana evidenciaba claramente la crisis –o mejor dicho, su inicio- entre España y Marruecos, que fue interpretada en clave política. El mismo lunes desde Delegación se trasladaban todos los informes sobre lo acontecido,
sumados a las grabaciones efectuadas en el momento que reflejaban el riesgo de lo acontecido. La delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, coordinó este dispositivo (apuntó en un breve comunicado la Delegación) además de trasladar al Ministerio del Interior hace ya varios días su “preocupación” por la llegada masiva de ciudadanos marroquíes.
Una frontera, ‘abierta’ solo en ocasiones
Desde que se cerrara el paso del Tarajal, y de esto hace ya más de un año, solo ha habido aperturas casuales de la frontera, lo conocido como pasillo humanitario. Sucedió con las famosas repatriaciones que Delegación quería continuar en este Ramadán pero que no han obtenido respuesta del país vecino. También con los alrededor de 60 marroquíes que pudieron ser devueltos de los 99 que esperaba conseguir la Delegación, es decir, todos los adultos que habían entrado a nado. Puede que en los próximos días la tónica cambie, ese ‘cerrado en banda’ pase a una flexibilidad que permita ir devolviendo a los nadadores, ya que es la tónica que se pretendía desde la administración central en Ceuta. Cualquier gestión desarrollada con el vecino país resulta complicada, viéndose influenciada por muchos factores: desde una crítica política que no guste, un gesto o incluso una presión mediática mal encajada.
A las repatriaciones llevadas a cabo se sumaron estas escasas devoluciones
De hecho, a fecha de hoy, y cuando el Gobierno central se ratifica en poner un punto y final al estado de alarma, nada se ha dicho sobre los plazos y las formas que se emplearán para abrir el Tarajal, actualmente sometido a una fase de reforma no solo en el lado español sino también en el vecino país.
De trasfondo de lo ocurrido ayer están las muertes de dos marroquíes y la desaparición de más que todavía no han sido encontrados.