El tiempo pasa y seguimos arrastrando una deuda histórica con las viudas de Regulares. Ayer fue el MDyC el encargado de recordar una situación que causa vergüenza. Avanza el tiempo y vamos perdiendo a unas abuelas que constituyen la joya de la corona para la barriada del Poblado de Regulares sin que se haya arreglado el pago de unas pensiones a las que tienen todo el derecho. Se hizo un grupo que ahora se dice que se va a reactivar, pero cuando hay ganas no son necesarios grupos porque sobran las intenciones. O eso se espera. Esta deuda histórica se ha enquistado no porque haya habido dejación sino porque sencillamente ni al PP ni al PSOE les ha interesado solucionar el problema.
Y esto no se arregla en Ceuta. Así que por muchos acuerdos plenarios (por cierto la gran mayoría no se cumplen) que se alcancen, si no hay una implicación del Gobierno central y de los ministerios implicados, no hay nada que hacer.
Ni el PP ni el PSOE han querido coger el toro por los cuernos. Información les sobra porque se les trasladó, pero fueron incapaces de sentarse para dar un paso al frente y conseguir que las cada vez menos abuelas que quedan reciban la pensión que se les prometió.
Hacer justicia no es organizar algún acto social aleatorio o invitarlas -ya ni pueden casi ir- a un Viernes Regular. Tampoco organizar la entrega de donativos. Hacer justicia es mover ficha y atender a quienes fueron entregadas al olvido porque así se ha querido, sin que populares y socialistas en el poder hayan perdido algo de su tiempo en atender esta situación.
Las viudas de aquellos regulares a los que Franco prometió una pensión nunca la han visto. Tienen una Medalla de la Autonomía, otorgada en 2007, y han gozado del mayor o menor recuerdo por parte de los comandantes generales de turno -según cada cual-, pero nunca se ha cerrado con ellas el acuerdo de una pensión mínima que garantice saldar un compromiso que se va arrastrando año tras año.
Ciertamente es indigno que sigamos hablando de este asunto, sobre todo cuando cíclicamente sale a la palestra el mismo tema, con las mismas injusticias y los mismos deberes sin hacer porque no hay interés. Yo creo que ellas, fíjense, lo saben.