La autoridad judicial ha ordenado el ingreso en prisión de uno de los dos detenidos en la frontera del Tarajal, que separa Ceuta de Marruecos, con 250 kilos de hachís en el vehículo. Tras ser presentados por la Guardia Civil, que procedió a su arresto en la madrugada del miércoles, se dictó auto de entrada en la cárcel de Mendizábal solo para el conductor del coche, identificado como M.A., de 52 años de edad, origen marroquí y nacionalizado belga.
Ante su señoría manifestó que él era el único responsable del traslado de la droga, mientras que el otro arrestado, que viajaba de copiloto en compañía de sus dos hijos y al que conocía, nada sabía de la ocultación previa del primer gran alijo que consigue sortear el control fronterizo tras la reapertura del Tarajal hace unos meses.
El hachís estaba repartido en distintos puntos del turismo. Una parte en la rueda de repuesto y mayor cantidad en el cofre colocado encima de la parte superior del coche, destinado a guardar mercancía. En este caso se había usado para la ocultación del hachís. La seguridad privada que opera en el Tarajal tuvo un papel clave, junto a la Guardia Civil, en la detección del cargamento, algo que ha sido destacado por el Instituto Armado.
¿Cómo pudo pasar esta carga el filtro de seguridad marroquí? En plena fase de retorno los controles se mantienen al extremo. No obstante se pudo trasladar hasta Ceuta nada menos que 250 kilos de la narcótica sustancia. Un hecho que ha generado gran malestar en el lado marroquí del Tarajal, en donde se abrirá una investigación para aclarar la forma en que se sortearon los filtros establecidos y medidos al detalle.
El alijo fue trasladado al área de Sanidad para su pesaje y análisis antes de su posterior destrucción en la Península mientras que los dos detenidos, con las esposas colocadas y acusados de delito contra la salud pública, quedaron en dependencias del Instituto Armado hasta su traslado, ayer, al Palacio de Justicia.
Tras prestar declaración ante la titular del juzgado de guardia en Instrucción, se verificó que el copiloto del coche nada tenía que ver con el traslado del hachís, ofreciendo una declaración clara y dotada de la credibilidad necesaria. Se le puso en libertad. Mientras, el otro detenido no solo confesó los hechos sino que además ratificó la tesis exculpatoria del otro arrestado, al que conocía y al que se prestó a llevar en coche para cruzar la frontera, ya que este había llegado a Marruecos con dos hijos en avión. En el vehículo viajaba además otro joven, hijo del ahora encarcelado.
Ambos detenidos son marroquíes de origen pero tienen la nacionalidad belga.
En fechas próximas se celebrará juicio en el Juzgado de lo Penal por estos hechos.
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