Agentes de la Jefatura Superior de a Policía Nacional de Ceuta mantiene abierta desde última hora de la tarde del sábado una investigación para intentar determinar el alcance de los presuntos abusos sexuales que podría haber cometido dentro y fuera del centro educativo en el que trabaja adscrito al Plan de Empleo un hombre de unos 55 años residente en Pasaje Recreo que permanece arrestado desde entonces.
El sujeto, con cierta relevancia pública y social en la ciudad, fue detenido el sábado después de que los padres de una niña vecina de su barriada y matriculada en el CEIP Lope de Vega le denunciasen como supuesto autor de abusos en forma de tocamientos en su garaje.
A partir de esa primera y, hasta ayer, única denuncia permitió a los investigadores, a partir de las declaraciones de la pequeña, recopilar “indicios” de que el arrestado pudiese haber incurrido en comportamientos delictivos similares en su ámbito laboral como empleado de mantenimiento del Plan de Empleo en el colegio público mencionado.
La niña citó los nombres de varias compañeras de centro educativo con entre seis y diez años susceptibles de haber padecido abusos parecidos y los policías nacionales encargados del caso se pusieron en contacto con sus familias.
Al menos en dos casos, las niñas confesaron a sus progenitores que, efectivamente, habían tenido lugar hechos de un tenor parecido al supuestamente sufrido por su compañera en el garaje del arrestado.
Las primeras noticias conocidas sobre el suceso generaron ayer conmoción en todos los estamentos de la comunidad educativa del colegio, en el que no existían ni rumores ni sospechas ni recelos de ningún tipo en relación con el comportamiento del detenido.
En el caso más grave por su duración que ha conocido ‘El Faro’, una niña ha reconocido llevar “meses”, desde el principio del presente año académico, siendo víctima de abusos en los servicios y otros espacios del colegio. Otras pequeñas han dado versiones parecidas, aunque de hechos más esporádicos o sin idéntico proceder.
Como mínimo una menor, según ha explicado su madre, que hoy espera verse para acordar qué hacer y “exigir responsabilidades” con las familias del resto de alumnos, ha reconocido entre lágrimas que aunque nunca había dicho nada el varón estaba frecuentemente alrededor del baño femenino, en cuyo entorno usa un cuarto para “guardar las cosas de pintar”, y que cuando salía del aula para ir al servicio y terminaba de hacer sus necesidades la sentaba en sus piernas y le introducía la mano debajo de su ropa interior y le daba besos en la boca. Abusos parecidos habrían tenido lugar también “en el pasillo justo enfrente de la puerta del baño”.
La niña ha dicho entre otros muchos detalles omitidos para preservar su identidad que le hacía “daño” y que se zafaba alegando que tenía que ir a “hacer los deberes”. Todo ello habría estado sucediendo “desde que empezó el curso” hasta hace “aproximadamente quince días” pero la menor “tenía miedo” de decírselo a sus padres “y que este hombre le hiciera algo, ya que le decía que no se lo dijera a nadie”.
Preguntada por si alguna vez recibió dinero o algún otro regalo tras esos sucesos apuntó que solo una vez, en el recreo, le había entregado “un caramelo”.
Los agentes que llevan las riendas de la investigación a partir de la denuncia recibida están intentando determinar antes de proceder, en su caso, a la puesta a disposición judicial del detenido, el alcance exacto de los supuestos abusos cometidos y el número de presuntas víctimas dentro o fuera del ámbito laboral del individuo.
Fuentes de la Ciudad Autónoma consultadas por ‘El Faro’ aseguraron ayer que el detenido, como el resto de trabajadores del Plan de Empleo o no que a través de la Administración autonómica trabajan con menores, presentó su certificado de antecedentes de delitos sexuales negativo.
Desde el 1 de marzo de 2016, el único certificado válido para trabajar con menores en España es el Certificado de Delitos de Naturaleza Sexual. La medida llegó tras la aplicación de la Ley de Protección de la Infancia y la Adolescencia, aprobada en agosto de 2015, para “proteger a los menores contra la explotación y el abuso sexual”.
En el Registro Central de Delincuentes Sexuales se incluyen los datos de la identidad y del perfil genético de las personas condenadas mediante sentencia firme por los delitos contra la libertad e indemnidad sexuales y trata de seres humanos con fines de explotación sexual, incluida la pornografía.
Se trata de un mecanismo que facilita la prevención, la investigación y persecución de tales delitos y pretende evitar que quienes sean condenados en sentencia firme puedan realizar actividades o ejercer profesiones u oficios en contacto con menores. En este Registro se encuentran inscritos los condenados por un delito de estas características, sean adultos o menores.
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