La policía judicial de Tetuán (al norte de Marruecos), en estrecha colaboración con la Dirección General de Vigilancia del Territorio Nacional, detuvo, en la mañana de este jueves, al presunto autor de un intento de tráfico de 27.975 pastillas psicotrópicas a bordo de un pequeño barco de pesca tipo patera procedente de Ceuta. El pescador es marroquí, al igual que la embarcación.
La policía de Fnideq (Castillejos) había confiscado, el pasado martes, esta cantidad de droga a bordo de un barco dedicado a las capturas de peces al atracar en el puerto pesquero de la ciudad procedente de Ceuta, según un comunicado de la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN).
Decomiso de 3,3 kilos de cocaína, 600 gramos de hachís y 150.000 dirhams
Las pesquisas e investigaciones realizadas permitieron identificar y detener el jueves por la mañana al principal sospechoso de este caso, indicó la misma fuente, añadiendo que los registros efectuados en el domicilio del acusado permitieron incautar una cantidad adicional de droga, consistente en 3,3 kilos de cocaína, 600 gramos de hachís y una suma de 150.000 dirhams, supuestamente procede del tráfico de drogas y psicotrópicos.
Las investigaciones en curso sobre este caso han permitido identificar al pescador que, sospechoso de haber transportado esta cantidad de droga, fue detenido en Tánger y entregado a la policía judicial de Tetuán, encargada de la investigación.
الفنيدق..إجهاض محاولة تهريب 27.975 قرص مخدر على متن قارب للصيد التقليدي انطلق من ميناء سبتة. pic.twitter.com/ddPl5HGwmJ
— DGSN MAROC (@DGSN_MAROC) February 22, 2022
Elaboración de karbuki
El karkubi es el nombre coloquial con el que se conoce a una sustancia estupefaciente cuya elaboración se consigue mezclando, precisamente, medicamentos psicotrópicos como los decomisados en esta intervención marroquí con hachís, alcohol o pegamento. Se llama karkubi o la 'droga de los pobres'. En España irrumpió con cierta fuerza hace casi dos años durante el confinamiento importada desde Marruecos. Y ahora los narcos a este lado del Estrecho también se apuntan a fabricar este potentísimo cóctel que se consigue mezclando medicamentos psicotrópicos que no son difíciles de obtener en las farmacias de Europa con hachís, alcohol o incluso pegamento.