El vehículo propiedad de un marroquí,
que murió ahogado en abril de 2017 al caer al agua nada más desembarcar del ferry, ha quedado completamente desvalijado a pesar de encontrarse en una zona restringida y de seguridad del puerto. El coche se encontraba a disposición del Juzgado que instruyó esta causa, investigada por la
Guardia Civil, pero se encontraba desde el día del suceso en la zona portuaria. Ahora ha aparecido con todas las pertenencias del fallecido que aún estaban dentro esparcidas por el suelo, abierto y desvalijado, después de que los indocumentados que deambulan por el puerto, incluso por las zonas de seguridad que se supone son restringidas y no deberían ser punto de tránsito, hayan accedido. El vehículo estaban a disposición del juzgado pero no guardado en un depósito judicial, como sucede con muchos más coches intervenidos o embarcaciones, que quedan al aire libre, en la propia zona portuaria o en la base del deportivo, sin la debida custodia. En este caso, el vehículo tuvo que ser recuperado del agua por las fuerzas de seguridad, después de que su conductor se precipitara al vacío tras salir de la rampa del buque. Tomó la dirección contraria a las indicaciones del primer oficial y terminó precipitándose al agua. Los servicios de emergencia trataron de rescatar al conductor del vehículo, pero ya había fallecido. Se trataba de un marroquí de 59 años residente en Barcelona que había llegado a Ceuta para cruzar directamente a Marruecos para participar en una boda familiar. Este caso sigue judicializado y una de las pruebas intervenidas era precisamente este vehículo, que quedó precintado por la Benemérita y situado justo al lado del puesto policial del puerto. Ahí ha quedado todo este tiempo, en una zona que incongruentemente termina expuesta a este tipo de acciones.