La situación sanitaria de Ceuta debería avergonzarnos. El bloqueo del Ingesa ante el plante médico lleva a unas situaciones extremas de las que somos víctimas principales los usuarios. Aguantamos situaciones tercermundistas que pese a narrarse en los medios no obtienen el freno debido.
Afectados que se quedan ‘colgados’ con el gotero y ven sorprendidos cómo se suspenden intervenciones programadas, niños a los que no se les opera porque no hay médicos, incertidumbre entre quienes esperan ser atendidos y no disponen siquiera de un calendario.
En periodo electoral los partidos, movidos por su propio interés, salieron a la calle para respaldar protestas cuestionables. Ahora ni se les ve en esa supuesta defensa de sus quejas y reclamaciones. La hipocresía se adueñó de una clase política que respaldaba con su presencia una situación que nos está afectando a todos.
Ambas partes obligadas a una negociación están olvidando lo realmente importante: el ciudadano. Dudo mucho que un alto cargo de la administración se quede sin operación o tenga que volver a casa con su hijo porque no le operan hasta dentro de días: cuando haya agenda. Lo dudo porque la experiencia en la vida te lleva a pensar siempre mal para acertar.
Se están permitiendo situaciones tan extremas que deberían llevar a la intervención judicial de oficio ya que quienes deben resolver el problema no avanzan ni les preocupa la papeleta.
Pagamos nuestros impuestos para tener una sanidad pública, no estamos mendigando nada. Desde el primer momento en que se impide una atención se está incurriendo en una falta. Esta es gravísima cuando se ve continuada en el tiempo.
Se están olvidando del ciudadano, lo están despreciando y se están cometiendo tropelías que no causan cambios. Nos tratan como a ganado, sin más.
¿Dónde están los políticos que enarbolaban la bandera del interés? Que salgan y expliquen ahora cómo se le llama a eso de tener que volver a casa sin operar por segunda vez o con un niño dolorido porque la operación de urgencia se decide ahora que no lo es.
Esto tiene un nombre y no ponerle freno es delito.
El delito es mantener a los gestores actuales. Ni la ciudad en salud pública. Ni el INGESA son capaces de organizar la Sanidad de Ceuta. Esos son los verdaderos culpables