Vecinos, familiares, amigos, también compañeros de trabajo del Grupo de Regulares número 54 de Ceuta.
Todos han querido estar en la despedida a Dris Amar, asesinado en el interior de un garaje del antiguo Poblado Legionario por tres personas. Un crimen que ha conmocionado a todos y,
especialmente, a la barriada del Príncipe. Muchos vecinos y conocidos se han concentrado en el entorno de la vivienda de Dris esperando la salida del ataúd para acompañar a la familia hasta la mezquita de Sidi Embarek entonando cánticos.
Después de que la autoridad judicial autorizara el entierro, se ha organizado todo para dar un último adiós como merecía este cabo de Regulares. El cuerpo ha partido desde la barriada del Príncipe, en donde la familia ha estado recibiendo el pésame desde el mismo lunes,
cuando se produjo la tragedia.
El ataúd, portado a hombros y en el que iba un emblemático tarbuch, ha partido en dirección a la mezquita
de Sidi Embarek, en donde se le ha rezado antes de ser trasladado a hombros hasta el cementerio. Un cementerio abarrotado de gente, probablemente más de mil personas, para despedir a Dris en uno de los entierros más numerosos que se recuerdan y que ha precisado que la Policía Local regulara el tráfico por la zona.
Miembros del Grupo Regulares número 54 han estado presentes en este último adiós en el cementerio de Sidi Embarek, algunos de uniforme, pero la mayoría sin él. Han colocado un crespón negro en el estandarte de la unidad a modo de duelo y señal de respeto. Era una persona muy querida y respetada no solo en este ámbito sino en muchos otros más.
Muestras constantes de apoyo y cariño
Las redes sociales se han llenado de muestras de apoyo y cariño hacia la familia, así como de recuerdo a quien ha dejado dos hijos de corta edad, una viuda, una gran piña familiar y muchísimos amigos que le respetaban. Sidi Embarek se ha hecho aún más grande en esta despedida, siendo un escenario cargado de multitud de emociones pero también de mucho dolor.
La Policía Nacional respondió con rapidez,
procediendo a la detención de tres personas presuntamente relacionadas con el crimen. El asesinato les sorprendió allí, haciendo una incursión para la práctica de otros arrestos.
La crueldad de este crimen, el hecho de que haya una víctima inocente encuadrada en un ámbito de violencia, ha hecho saltar todas las alarmas. La familia de Dris pierde a uno de sus seres queridos, pero además ejemplifica la situación de riesgo en la que se encuentra un barrio que está amenazado y que pide a las fuerzas de seguridad que sigan actuando hasta erradicar a los criminales. Dris Amar ha sido enterrado en Sidi Embarek contando con el calor de todos los que le apreciaban. El recuerdo a su persona no ha muerto, es lo que le queda a los tendrán que aprender a vivir sin él.