Casi 25 años en la Guardia Civil de Ceuta y muchos compañeros a su lado. Tantos que este miércoles el hotel Puerta de África se ha llenado de miembros de las distintas unidades del Instituto Armado que han querido despedir con una comida al sargento primero Juan Carlos Lendinez Rivera, quien pasa ya a situación de jubilado.
A este evento han asistido miembros de la Compañía Fiscal, Rural o del COS entre otros, porque todos han querido honrar con su presencia a quien definen como “un buen compañero”, querido y apreciado en las filas de la Benemérita, que siempre ha estado presto a ayudar en lo que podía.
Y eso queda grabado en forma de agradecimiento, de unión y amistad. Conceptos que se han materializado en la asistencia a esta comida de despedida con la que se ha querido reconocer todos los servicios prestados por quien llegó destinado como sargento y se marcha como sargento primero.
Durante su tiempo activo en Ceuta ha estado ejerciendo en el grupo de Diligencias pero también como jefe de servicio de la sección de Ceuta y jefe de Diligencias. Con un amplio bagaje profesional, hoy han acudido a despedirle compañeros de muchas de las unidades operativas en nuestra ciudad que han terminado conviviendo con él y que no han querido faltar a una cita especial para quien es definido como “un buen compañero, amigo y buen profesional”.
Una impresión generalizada entre todos los que han conocido a este mando que ha sabido ejercer como tal pero también demostrar su humanidad y apoyo a los guardias civiles cuando ha sido necesario.
Esa “honestidad” y “compañerismo”, el ser alguien “pendiente de los compañeros”, que siempre que podía ayudar “ahí estaba” marcan esa tarjeta de presentación de quien se marcha sabiéndose no solo respetado sino querido por quienes, en el fondo, han terminado constituyendo su familia.