“De todo lo grande que era, el corazón que tenía era el doble”. Así era Ibrahim. Un hombre bueno. No son necesarios más términos ni buscar otros calificativos. Era eso, una persona querida, cercana, amigo de sus amigos. Su familia confía en poder enterrarle hoy en Ceuta, después del rezo de la tarde. Su cuerpo ha llegado este martes a Málaga tras fallecer en Turquía víctima de un infarto.
La muerte de Ibrahim Abdelaziz ha sido muy sentida no solo en su entorno familiar, sino entre las muchísimas personas que le conocían y apreciaban. Personas que han sentido su marcha a los 49 años de edad. El próximo mayo cumpliría los 50.
Vecino de la barriada del Morro, su familia recibió la noticia de su muerte el pasado 20 de febrero, iniciándose así un periplo de gestiones diplomáticas para lograr la llegada del cuerpo a España y poder proceder así a su traslado hasta su tierra, Ceuta, para su entierro en el cementerio de Sidi Embarek.
La Funeraria Al-Qadr se ha encargado de los trámites para lograrlo, para conseguir que familiares y amigos, los muchos que tenía, puedan despedirle y arropar a todo el entorno en esta despedida.
"Un buen chaval"
Ibrahim era una persona sencilla y noble, un joven a quien le gustaba quedar con los amigos y practicar la pesca. Así lo recuerda su hermano Fuad. “Era muy bueno”, recuerda.
Y es que no son necesarias más palabras. “Un buen chaval”, lo definen los compañeros del barrio, “muy querido” por todos los que le conocían, que eran muchos.
Uno se va de este mundo dejando el recuerdo que su historial vital dejó entre quienes tuvieron la oportunidad de conocerle. No hay nada más grato que escuchar las buenas palabras y los recuerdos unánimes que se tienen en torno a Ibrahim. Un cariño que al menos sirve de consuelo a toda su familia.