La Guardia Civil de Ceuta, así como la Policía Local, han desmantelado el campamento de inmigrantes que había en las inmediaciones de la playa de la Almadraba, después de que varios vecinos de la ciudad se quejaran del aumento progresivos de individuos que estaban en el terreno. La Benemérita procedió al desmantelamiento, mientras que la Local realizó todas las gestiones de este proceso que se ha llevado a cabo este viernes.
Tras ello, se ha procedido al desarme y limpieza de este campamento improvisado de inmigrantes, limpiándolo por parte de los operarios de Trace.
Tal y como informaba El Faro de Ceuta, un asentamiento de inmigrantes era localizado en los aledaños de la playa de la Almadraba donde, solo cobijados por una tienda de campaña, algunos enseres y sirviéndose de varios de los elementos de protección de la propia colonia de gatos allí ubicada, donde estaban asentados, pasaban días y noches sin saber bien qué les depararía el futuro.
Según sus propias declaraciones realizadas a Faro TV, procedían de Marruecos, desde donde llegaron a nado a Ceuta. Fueron trasladados al antiguo Hospital de la Cruz Roja con el objetivo de pasar el confinamiento obligatorio; tras haber finalizado éste y ante la idea de que serían llevados a la Jefatura Superior de Policía para firmar la documentación de devolución a su país, huyeron de la zona refugiándose en esta colonia registrada, poblada por una veintena de gatos.
La zona, mantenida en condiciones de salubridad por las cuidadoras, se convirtió en auténtico basurero en el que cada vez que llegaban para alimentar a los gatos, se encontraban con más individuos e incluso mostraron su temor a continuar acudiendo mientras no se llegara una solución.
Una colonia con destrozos reiterados
La colonia de gatos de la Almadraba es una colonia controlada asociada a Comunidad Gatuna Ceuta. Desde el levantamiento del estado de alarma han sido varias las quejas realizadas por las cuidadoras donde denunciaban el robo casi diario de los alimentos y las garrafas de agua de los gatos así como el deterioro de los escasos refugios con los que cuentan los felinos. Estos destrozos han sido calificados como “hechos vandálicos reiterados” por la presidenta de Comunidad Gatuna, Oliva Guerrero, quien recalca que la zona en la que se ubican no se produce molestia a las personas en su tránsito, con la seguridad para los gatos de estar en una zona alejada del tráfico rodado.
La cuidadora de la zona, Ana Pérez, destaca la tranquilidad y el buen estado en el que se mantenía la zona durante el confinamiento. Acudía cada tres días para su alimentación con la pertinente autorización de Sanidad; durante ese tiempo no hubo que lamentar ningún incidente, “no ha sido así una vez que hemos vuelto a esta nueva normalidad, donde día sí y día también encontrábamos que nos faltaba comida, agua o que incluso habían destrozado la casetas”.