Felicidad. Esa es la palabra que mejor puede definir el estado emocional en el que ahora se encuentran Soad y su hijo después de que este jueves se pudieran reencontrar. Sohaib El Immani es uno de esos menores que cruzaron a nado la frontera del Tarajal. Desde ese día que supo del pase, Soad ha estado en un sinvivir. Así hasta que la llamada de una vecina de Benzú le alertó de que habían encontrado a su hijo. Desde que cruzó el espigón había estado en la calle, pasando los días con miedo, ya que le aterraba volver a Marruecos. Solo tenía ganas de poder reencontrarse con su madre.
La primera noticia que recibe Soad de que su hijo se encuentra en Ceuta es el lunes por la noche. Reside en Barcelona e hizo todo lo posible para llegar hasta el menor, de 16 años. “A las 23:30 horas, una mujer me llama que se encuentra con mi hijo y que está llorando, con mucho miedo. Él le pidió a esta mujer que me llamase, ya que me encontraba en Barcelona y que tenía que avisarme para que pudiera venir a por él”.
Una vez que pudieron hablar, supo del miedo de Sohaib de que le devolvieran a Marruecos. Era la primera vez que se atrevía a salir de su casa sin comunicárselo a su padre. Estaba decidido a hacerlo para irse a vivir con su madre ya que es su único deseo. “Él tiene mucho miedo. No quiero estar en Marruecos con mi ex. Ha dejado todo, lo único que piensa es irse a vivir conmigo. Física y moralmente está muy mal por todo lo que ha tenido que vivir”.
Antes de que Soad viajara desde Barcelona hasta Ceuta lo primero que hizo fue ponerse en contacto con una trabajadora social para ver qué debía de hacer para ese reencuentro. Desde la ciudad condal intentaron contactar con Cruz Roja para dar con su hijo y al no poder hacerlo, decidió poner rumbo a nuestra ciudad. “Cuando recibo la primera noticia de mi hijo, me puse en contacto con una trabajadora social. En esos momentos no podía pensar, estaba loca al recibir la noticia de que mi hijo había cruzado a nado. La trabajadora me aconsejó que me pusiera en contacto con Cruz Roja, por si ellos podían buscar a mi hijo en las naves del Tarajal, pero fue imposible contactar con el. Cuando vi un número en las noticias, también llamé pero no contestaban. Ante esa situación, la trabajadora me dijo que lo mejor era venir a Ceuta y buscar a mi hijo personalmente”.
Llegó el miércoles por la noche a Ceuta y se fue inmediatamente a la Jefatura Superior de la Policía Nacional. Los agentes se pusieron a la búsqueda con la documentación del menor en las naves del Tarajal, sin éxito alguno. “Primero fui a la Policía para preguntar y se pusieron a buscarlo por las naves del Tarajal. Al no encontrarlo, un agente me aconsejó que me pusiera en contacto con El Faro de Ceuta porque podían ayudarme poniendo su foto en una noticia, ya que hay muchos menores que están por las calles”.
Una llamada anónima fue un halo de esperanza para reencontrarse con su hijo. Una mujer le comunicó que creía haberlo visto en Benzú, ya que de vez en cuando le había dado comida. “Una vez sale la noticia, muchas personas me llaman. Estoy agradecida a todas esas personas que me han intentado ayudar. Una mujer, Krimi, muy amable, me dijo que creía que ella lo había visto, y que si lo volvía a ver me llamaba. Al rato me llamó que estaba segura que era él. Fui a buscarlo como una loca y por fin lo encontré”.
Ahora, Soad, un día después de reencontrarse con su hijo, se emociona al recordar cuando fue a Benzú y pudo ver al menor. Le cuesta describir lo que sintió en esos primeros minutos. “Todavía mi corazón me duele. Han sido unos sentimientos mezclados, porque yo no sabía si mi hijo estaba vivo. Estoy muy feliz, no sabría decirte bien lo que sentí cuando volví a ver a mi hijo”.
Aún no se puede ir con su hijo a la Península porque le falta la documentación del menor que acredite que es su madre. Desde Marruecos familiares suyos se mueven para intentar enviar ese documento que le acredite esa situación familiar y por fin pueda comenzar una nueva vida con su madre en Barcelona.
Y no tiene papeles de que es su hijo.
Ea, muy bien y nosotros nos alegramos, ahora los dos para casita...
Con lo difícil que es quedarse a vivir en EEUU por mucho tiempo que lleves residiendo allí sin papeles, y aquí, solo tienes que entrar legal o ilegalmente y ya te quedas para siempre si quieres. No necesitas nada más; vienes y te quedas, así de simple. Este no es un país de panderetas, sino que tenemos gobernantes de panderetas.
No tienen rollo esta gente ...
Nos invaden y ahora quieren dar pena
Vergüenza de gobierno q lo permitió
En la crisis migratoria no, en la invasión.