La gravedad de las agresiones que se están produciendo contra componentes de servicios que están dirigidos a la atención al ciudadano ha ido creciendo en los últimos años. Apedrean a Bomberos, apedrean a las fuerzas de seguridad, provocan quemas de bienes comunes que reportan beneficios a la ciudadanía... Lo que empezó como un suceso terminó dando pie a una situación de inseguridad permanente a la que desgraciadamente nos hemos acostumbrado. Fíjense hasta dónde llegamos que se tuvo que firmar un protocolo de seguridad para que los Bomberos pudieran ser escoltados por la Policía para entrar en determinadas barriadas. Esto, que ya consideramos normal, es una auténtica barbaridad. ¿Entrar en un barrio con escolta para hacer tu trabajo?, ¿tener que ir protegido para evitar emboscadas?, ¿que esas emboscadas se hagan día sí, día también y que no se pueda erradicar el problema en origen?, ¿que los propios vecinos reconozcan que esas acciones son premeditadas y que tienen miedo a quienes las llevan a cabo? Son demasiadas preguntas que nos llevamos haciendo de forma constante sin hallar soluciones.
Que se nos avise de una posible desgracia es lo suficientemente grave para no mirar hacia otro lado
Que el jefe accidental de los Bomberos avise de que puede suceder una desgracia debería haber causado una reacción general entre quienes deben mostrar preocupación/reacción por lo que sucede en Ceuta. Pero no es así. Están demasiado entretenidos en encontrar la manera de recuperar votos o no perder demasiados en vez de tomarse un asunto de envergadura como lo que es.
Los Bomberos están para controlar incendios no para tener que arriesgarse a males innecesarios porque haya grupos dedicados a generar inestabilidad, dedicados a provocar el caos y mostrar la manera en que lo consiguen.
Esto no es un juego pero para algunos lo parece. Bomberos y Policía poco pueden hacer salvo asumir una realidad que se fue de las manos y a la que no se le da la importancia merecida hasta el punto de considerar normal lo que en cualquier otra ciudad de España no lo sería.
Miren que hasta se ha pasado por alto lo sucedido, que hasta los partidos políticos han obviado la condena, que hasta los sindicatos del sector ni siquiera han reaccionado... hemos amansado un problema hasta asimilarlo como nuestro.
Comparto el título, y por tal motivo creo que la familia es importante para erradicar este y otros muchos problemas que vivimos a diario.
Hemos perdido valores que, o se recuperan, o nos vamos más rápidamente al carajo. Si no nos hemos ido ya